El día previo a la revancha con Cerro Porteño, la policía lo fue a buscar al hotel donde se aloja River para llevarlo a declarar por un hecho de 2016.

Una mañana agitada tuvo el mundo River en Asunción. La policía paraguaya se hizo presente en el hotel donde el equipo espera el partido de vuelta por los cuartos de final de la Libertadores frente a Cerro Porteño con una orden de captura librada contra Nicolás De la Cruz por un hecho producido el 15 de febrero de 2016 en el estadio Defensores de Chaco luego de disputarse la final de la Copa Libertadores Sub 20 entre los equipos de San Pablo de Brasil y Liverpool de Uruguay, club en el que jugaba De la Cruz. En dicha ocasión, un grupo de jugadores uruguayos entre los que se encontraba el actual volante de River fue acusado de agredir a los policías Fabián Olmedo y Fernando de Vooght. Habiéndose jugado ese partido de noche, la fiscalía recibió el caso a la mañana siguiente, cuando el plantel de Liverpool ya había abandonado el país.

La causa continuó con la lógica incomparecencia de los jugadores involucrados, lo que los colocó en un estado de “rebeldía”. Al pisar suelo paraguayo, el nuevo fiscal de la causa ( el que instruyó el juicio ya no se encuentra en funciones) ordenó la detención de De la Cruz, a los efectos de que declare. Y la policía se hizo presente en el hotel para hacer efectiva la medida.

Lo que simplemente debía ser un trámite, llevó preocupación a los dirigentes, cuerpo técnico y plantel por los términos en que estaba redactado el escrito que mostró el oficial a cargo del procedimiento. En él se hablaba de “orden de captura” y que se lo traslade para declarar a la “Penitenciaría Nacional de Tacumbu”. Ahí empezaron las consultas con el abogado de la institución, Dr. Gonzalo Mayo y con un letrado paraguayo, matriculado para ejercer en ese país, que acercó el ex jugador de River “Pipino Cuevas”. El presidente del club, Rodolfo D´Onofrio iba y venía y todas las cámaras de los noticieros argentinos mostraban momentos de nerviosismo. Empezaron a circular las más diversas versiones que llegaron a esgrimir la posibilidad de que De la Cruz quedara detenido y se perdiera el partido de mañana.

Finalmente, luego de poco más de una hora, el jugador fue trasladado a declarar al juzgado del Dr. Alcides Corbeta, cosa mucho más lógica, y quedó en libertad luego de que el juez le fijara una fianza de 8.500 dólares que será destinada a un hospital. El trámite duró aproximadamente media hora y Nicolás De la Cruz regresó al hotel junto con sus compañeros.

Varias preguntas quedan flotando después de estos hechos. ¿Cuánto tuvo que ver la proximidad del partido de vuelta clave contra Cerro Porteño para que la causa se reactive?¿ La situación era tan seria como para semejante cobertura de los medios allí presentes?¿Estaba De la Cruz notificado de esta causa, o se enteró recién hoy de su existencia?¿Habrá afectado este hecho a la concentración del equipo argentino antes de un partido tan importante?¿Podrá Gallardo hacerlo jugar a su favor, motivando a sus jugadores con un entorno hostil para sacar lo mejor de ellos? Preguntas que en principio no tienen respuestas. Solo mañana, después de terminado el partido podremos sacar algunas conclusiones. De lo que sí tenemos seguridad es de que fue todo muy raro y cuando menos, inoportuno.