El español logra su 19° título de Grand Slam y se sitúa a uno de Roger Federer.

Tras casi cinco horas de un verdadero partidazo, el español Rafael Nadal derrotó al ruso Daniil Medvedev por 7/5 6/3 5/7 4/6 y 6/4, y así obtuvo por cuarta vez el US Open. El llanto y la emoción dibujaron la cara del número 2 del mundo, ya que utilizó el máximo de sus recursos físicos y tenísticos para doblegar a un gran oponente, que vendió carísima su derrota. Rafa conquistó de esta forma su 19° trofeo de Grand Slam y se ubica a solo uno del líder de la notable carrera hacia la gloria, el suizo Roger Federer. El público presente en el Arthur Ashe Stadium reconoció la labor de ambos tenistas o gladiadores, que jugaron al límite de sus posibilidades. La épica estuvo presente en ese estadio, y al compás de la entrega de tremendos jugadores, los espectadores vibraron como tantas otras veces este maravilloso deporte supo entregar.

Se puede dividir en dos el desarrollo de la final, ya que Nadal lideraba dos sets a cero y poseía un quiebre de ventaja en el tercer parcial, parecía el típico partido que el pupilo de Carlos Moyá administraba con criterio hasta lograr su propósito, pero apareció en escena Medvedev y a puro winner comenzó a dar vuelta esa tercera manga y posteriormente ir equilibrando el resultado.

Pero voy por partes, en el primer set salió decidido el ruso a llevarse por delante a su rival, tomando el servicio de Nadal en el tercer game, pero rápidamente devolvió gentilezas el español, para después quebrar en el duodécimo juego y capturar ese vital primer set. El ruso no le encontraba la vuelta a la estrategia de Rafa de variar alturas y efectos en sus golpes.

Fue más sencillo el segundo parcial para los intereses de Nadal, pues una rotura del saque rival fue suficiente para hacer propio el set y estirar la ventaja. A Medvedev se lo notaba agotado y derrotado en su rostro cuando fue al descanso.

Nadal seguía mandando las acciones durante el tercer set, hasta quedarse nuevamente con el servicio de su contrincante, lo que hacía presagiar el fin para el ruso y la gloria al alcance de la mano para el mallorquín. Pero un cambio de estrategia de Medvedev comenzó a dar vuelta el curso del marcador en el set, decorado con un concierto de winners que hizo retroceder en el court al español, que sintió la modificación de la actitud del ruso, que aceleraba en casi todos sus tiros y desbordaba a Nadal. Se llevó el set el ruso y con la confianza en alza, en contraposición a su oponente, que se lo veía contrariado.

Prosiguió la levantada de Medvedev durante el cuarto set, los tiros ganadores y las subidas a la red eran cada vez más frecuentes, Nadal con su entereza buscaba neutralizarlos pero en el décimo game el ruso se quedó con el saque de Rafa y estiró el cotejo a un quinto set. El público agradecido y exultante, repartido en su preferencia por uno u otro. Clima de fervor y de incertidumbre por saber de cómo continuaría tamaña final.

El quinto set comenzó con Medvedev castigando desde la base y yendo a definir a la red, mantuvo se juego de saque y dispuso de tres break points en el siguiente game, que Nadal levantó con su acostumbrada jerarquía. Lentamente el ruso fue aflojando con la intensidad de sus golpes, se lo veía agotado y buscando aire desesperadamente entre tanto y tanto. Nadal también estaba en el borde de su capacidad, pero está acostumbrado a estas circunstancias y no iba a claudicar en pos de citarse con la historia del tenis. Medvedev aportaba lo suyo, porque coronarse en un Grand Slam por primera vez era su sueño de niño. Los diez años de diferencia no se notaban, y si Nadal sentía esa diferencia no la iba a hacer notar. En el quinto game Medvedev fue el que aflojó, Nadal se mantuvo firme y con doble quiebre de servicio del ruso, sacó 5 a 2 para llevarse el ansiado certamen, pero el joven de 23 años tenía otros planes y redujo la diferencia, para obligar al mallorquín a sacar nuevamente para campeonato. Medvedev puso en aprietos al español en ese juego, tuvo una chance de igualar el score pero fiel a su costumbre, Nadal salió del apuro y festejó desplomándose en el cemento del Arhur Ashe Stadium.

Emotiva resultó la ceremonia de clausura del último Grand Slam del año, proyectaron un video con las 19 conquistas del gran Rafael Nadal, que se lo vio emocionado, cansado y dejó ver unas lágrimas en sus ojos, sabiendo del esfuerzo que le demandó ganar este torneo tan importante a los 33 años. Medvedev dedicó elogios para su rival y de paso recompuso su relación con el público presente, haciendo gala de un sentido del humor que le reportará muchos simpatizantes de cara al futuro. Nadal se ubica a solo 640 puntos del líder del ranking mundial, el serbio Novak Djokovic, mientras que Medvedev se coloca en la cuarta posición, desplazando al austríaco Dominic Thiem. Rafael Nadal y Daniil Medvedev escribieron otra página gloriosa y memorable en la historia del tenis mundial, fueron casi cinco horas de una batalla donde la épica dijo presente.