Luego de ganar su sexto Balón de Oro, compararlo con otros jugadores parece no tener sentido, por eso acá lo medimos con lo que rindió en otras temporadas.

Ayer Lionel Messi recibió su sexto Balón de Oro otorgado por la revista France Football. Desde que la publicación francesa decidió premiar al mejor futbolista en 1956 (ese año lo obtuvo el inglés Stanley Matthews), nadie en la historia ganó tantos Balones de Oro. Hasta ayer, el rosarino estaba empatado con Cristiano Ronaldo, su gran rival en la última década, con cinco trofeos cada uno. Algo descomunal, teniendo en cuenta que jugadores enormes como Cruyff o Platini lograron llevarlo para su casa en solo tres oportunidades cada uno.

Pareciera que comparar a Messi con otros jugadores contemporáneos salvo, a lo mejor, Cristiano Ronaldo, no tiene sentido. Y hacerlo con otros ganadores pasados, de otras décadas, es difícil, porque el fútbol fue cambiando. Las pelotas, los campos de juego, los calzados, los referatos, la preparación física, etc., no son iguales. Y pensemos que antes no se premiaba a jugadores no europeos, por lo que a Maradona y Pelé tuvieron que darles Balones de Oro honoríficos después de retirados, en 1995 y 2013 respectivamente.

Por eso parece que lo más justo es comparar a Messi con él mismo. ¿Cuánto ha cambiado Leo desde aquel 2009 en que recibía su primer Balón de Oro? Pasaron diez años y el rosarino se llevó seis trofeos. Pero entre aquel chico de 22 años y éste que ayer posaba junto a seis pelotas doradas hay diferencias. Y no me refiero solo al flequillo de antes y el “jopo” hacia arriba de ahora, o a la cara de nene de hace años y la barba de hoy, sino a diferencias futbolísticas.

Hoy Messi ya no tiene esa aceleración que tenía de más joven. A pesar de que pueda producir arranques como el que terminó en el gol frente al Atlético de Madrid del fin de semana pasado, éstos son cada vez más espaciados. Su pique corto perdió algo de explosión, aunque su dominio de la pelota en carrera sigue siendo admirable. Ya no puede, por una cuestión física, sacarse de encima él solo, cuatro o cinco rivales a la carrera como antes. Por eso necesita, en algún momento de la jugada, pasársela a algún compañero y que éste se la devuelva de manera precisa, como lo hizo Luis Suárez en el gol frente al Aleti antes mencionado. A pesar de ser un dotado físicamente, sufre más lesiones que antes, que le obligan a estar parado por más tiempo.

Como contrapartida, está más maduro, más líder y se apoya más en los compañeros cuando antes intentaba solucionar las cosas por sí solo (y muchas veces lo lograba). Además le agregó a su juego algo que al principio no tenía: la precisión en la ejecución de los tiros libres.

En aquel 2009 metió 47 goles en 53 partidos con el Barcelona. Con 22 años se convirtió en el jugador más joven en la historia blaugrana en conseguir los 100 goles y también logró ser el máximo artillero histórico de su club en la Champions con 25. Números tan superados que ya parecen viejos. Con Guardiola de técnico ganó la Champions, la Liga y la Copa de España y ese año se llevó su primer Balón de Oro.

Por eso yo creo que ya vimos al mejor Messi. Eso no quiere decir que no siga siendo el mejor del mundo o que no pueda sorprendernos con golazos que solo pueden llevar su firma. Lo va a seguir haciendo, pero cada vez más espaciadamente. Va a seguir siendo un crack, con menos explosión y siendo más estratega. A mí, personalmente, me sorprendía con su repentización, esa que nos dejaba a todos con la boca abierta. Y por eso digo que ese Messi fue el mejor, aunque la elección se haga difícil al mantenerse en tan alto nivel por tanto tiempo.

Ya vimos al mejor Messi
Según pasan los años. Los seis Balones de Oro de Messi.

Hoy, con números actualizados al 2 de diciembre de 2019, tiene 615 goles en el Barcelona y 70 en la Selección Argentina (acá sí se le cuentan amistosos, en el Barcelona no). Un total de 685 goles. Según una exhaustiva estadística llevada por la revista El Gráfico antes de su cierre, el máximo goleador histórico de la historia del fútbol es Romario con 762. Pelé tiene 757 (aunque él diga que son más de 1.000 porque cuenta los del servicio militar, los de inferiores y hasta algún partido en la playa), Gerd Müller 680 y Eusebio 624. No me cabe la menor duda de que los va a pasar a todos. Es un monstruo.

Ayer, en sus palabras de agradecimiento dijo: “Ojalá me queden varios años, aunque soy conciente de la edad que tengo y se va acercando el momento de la retirada. Es difícil, si bien me quedan varios años, el tiempo vuela…”. Habló de la edad, porque él sabe que no pude hacer todo lo que hacía de más joven. Podrá hacer otras cosas, pero no lo mismo. Ya vimos al mejor Messi. Pero el de hoy sigue siendo extraordinario. Disfrutémoslo.