La profunda emoción de Mariano Iúdica por su hijo adoptivo, Osvaldo.
Ayer, Mariano Iúdica pasó por el programa “Vino para vos”, de Tomás Dente y contó cómo es tener un hijo “del corazón”. En una entrevista íntima, contó detalles de su vida familiar junto a sus hijos, su esposa, Romina Propato y le dedicó unas palabras especiales a su hijo adoptivo, Osvaldo.
Años atrás, el conductor de “Polémica en el bar” había hecho público que, junto con Romina Propato, habían tomado la decisión de hacerse cargo del hijo de Mirta, la señora que trabajaba en la casa de ambos. En ese momento, Iúdica relató: “Ni yo ni Romina tenemos mamá y papá, así que Mirta ocupó un lugar muy estelar”. De ahí que se hicieron cargo de Osvaldo, de tan solo nueve años, quien a partir de ese momento se convirtió en su “hijo del corazón”.
El conductor destacó el rol de su mujer a la hora de hacerlo “sentar cabeza”: “Ella formó la familia. Ella me dio la posibilidad de volver a ser padre, cuando ella pensaba que no. Fue la que dijo que adoptemos a Osvaldo. Es una gran madre y una gran compañera, es el pilar de mi vida”, contó, emocionado.
Como sorpresa, desde la producción le mostraron un mensaje grabado de su mujer, y otro de su hijo, Osvaldo. El joven le dijo: “Hola pa, quería decirte que te quiero mucho, quiero agradecerte por todo lo que hacés por mí, sos muy buen padre, muy hinchapelotas, pero bueno. Te quiero, te amo con el corazón y vos sos mi viejo. Un beso”. Profundamente emocionado, Mariano definió a su hijo como “el paroxismo del amor”. “Es lo máximo del amor en crudo, sin miramientos, sin competencias, sin nada”
Iúdica continuó relatando sobre lo que sintió cuando llego Ova a sus vidas: “Acá estoy, para entregarme y para darme lo que me quieras dar; y así vino”. “El solo trajo bendiciones a mi casa. Es mucho más grande lo que él hizo en nuestra vida, que lo que nosotros hicimos en la de él. Mil veces más grande”, agregó.
Luego, como buen padre orgulloso, el conductor de “Polémica en el bar” siguió contándole a Tomás Dente sobre la historia de superación de Ova: “Es un chico que llegó y hablaba en guaraní, que le costaba y lo cargaban en el colegio y ahora está estudiando, está en la facultad, [estudia] Recursos Humanos, con buenas notas”.
“Él tiene un respeto y un amor incondicional con sus hermanos que es mi remanso, mi tranquilidad. Es el hermano varón mayor y lo hace notar. Estoy agradecido a Dios por haber mandado un hijo así a nuestra vida”, concluyó.