La medida fue tratada sobre tablas porque no estaba incluida en la sesión convocada y contó con el aval de la vicepresidenta Victoria Villarruel.

Los senadores aprovecharon el final de la sesión de este jueves para tratar un proyecto de resolución sobre tablas y se aprobaron un aumento de sus dietas. Lo hicieron en un principio a mano alzada y sin debate, y los sueldos en mano pasarían a partir de mayo próximo de $1,7 millones a más de $4 millones. De esta manera, los legisladores evitaron que se involucrara en el asunto la vicepresidenta y titular del Cuerpo, Victoria Villarruel.

Semanas atrás, una suba en base a una resolución conjunta con su par de Diputados, Martín Menem, tuvo que retrotraerse. Ahora, los senadores actuaron por su cuenta, en una medida que no fue acompañada por el oficialismo, según dijo al término de la sesión el jefe libertario, Ezequiel Atauche, ante periodistas acreditados. La jugada concretada este jueves nació ayer, en la reunión de Labor Parlamentaria que se realizó para organizar la sesión.

El presidente Javier Milei no tardó en dar su opinión y raidamente escribió en su cuenta de X: “ASÍ SE MUEVE LA CASTA… Los únicos 7 que votaron en contra son los senadores de La LIBERTAD AVANZA… El 2025 será paliza histórica…”. Al parecer desde varios bloques hubo quejas por algunas declaraciones y movimientos del Ejecutivo “queremos ganar lo mismo que -el vocero presidencial, Manuel- Adorni. A él también le subieron hace poco”, deslizó a un experimentado senador de la oposición.

Anoche, el texto en cuestión estaba en conocimiento de las distintas fuerzas. El mismo establece que las dietas pasarían a estar conformadas por 2.500 módulos -hoy, cerca de los $1.700-, más un adicional de 1.000 módulos por gastos de representación, y 500 módulos de adicional por desarraigo. En el recinto, quien tomó la posta fue el senador del peronismo disidente Juan Carlos Romero, que solicitó la incorporación del proyecto de resolución 615/24.

El proyecto aún no está cargado en la web de la Cámara alta y pidió habilitarlo sobre tablas. Se necesitaban dos tercios. Villarruel puso la definición a mano alzada y, pese a que algunos legisladores no lo hicieron, quedó convalidada. Seguido a ello, la iniciativa se votó sin debate y con la misma mecánica. El oficialismo no acompañó, tampoco algunos del Pro y otros del radicalismo.