Luego de la charla que brindó este sábado, la vicepresidenta, Cristina Kirchner, saludó a los militantes que se encontraban en la puerta de la UMET.

Los que pensaban, o piensan, que me van a quebrar, no me conocen. Muerta o presa, no me importa, pero no me voy a callar nunca, sépanlo, sentenció Cristina Kirchner, donde de forma implícita hizo alusión al intento de asesinato que padeció en septiembre del año pasado y las causas judiciales que reabrió la Cámara Federal de Casación Penal una semana atrás.

Por otra parte, en un discurso más acotado frente a la militancia, la titular del Senado miró al público y reconoció: “Entiendo que hubo mucha ilusión y expectativa y no se pudo cumplir y quiero pedirles perdón si no pudimos cumplir, pero créanme que lo intenté muchas veces… Ahora hay que meterle para adelante porque necesitamos que la sociedad argentina sepa cuál es realmente el problema de nuestra economía”.

 A su vez, la ex mandataria aprovechó el escenario montado fuera de la UMET y repasó alguno de los logros de sus gestiones al frente del país, y se refirió a aquellos años como una “Argentina donde a los argentinos les alcanzaba la plata porque no solamente llegaban a fin de mes, sino que además podrían ahorrar”.

Una Argentina donde muchos por primera vez tuvieron un aire acondicionado en su casa, donde por primera vez pudieron comprarse un autito o la casa, o poner una pieza más o que los pibes vayan a la Universidad… Esa Argentina donde muchos pudieron conocer el exterior o irse de vacaciones, porque nunca lo habían hecho, una Argentina donde nos reconocieron en el 2012 que habíamos duplicado la clase media”, recordó la ex presidenta argentina Cristina Kirchner.