Nunca un opositor tendrá tanto poder como María Eugenia en PBA.

Vidal se dio por vencida antes de tiempo. Se sabe: este es el comentario que, si bien ya dejó de escucharse, quedó como la verdad revelada en La Rosada luego del 27 de octubre.

Pero el tiempo de reproches, pase de facturas y autocrítica ya pasó. María Eugenia reaccionó rápido luego de haber quedado 15 puntos debajo de Kicillof: reunió primero a todos sus senadores, y minutos más tarde a sus diputados. Allí estaban tanto amarillos, como radicales y lilitos.

El mensaje no fue explícito, pero sí claro: Vidal se mantendrá en el centro de la escena política, con la ambición de liderar la oposición, al menos en PBA.

Básicamente, les pidió los legisladores que se mantengan unidos, en bloque monolítico, para evitar diásporas, y tentaciones con la vereda donde ahora da el sol del poder. Kicillof deberá enfrentar un escenario complejo, y no sólo por el endeudamiento provincial, sino por su frente interno, y básicamente porque tendrá que negociar prácticamente todo para sacar leyes. Desde la aprobación del Presupuesto (aún no está el 2020) hasta la designación de jueces, o de directores del Banco Provincia. Claro está: esto último pasa por la Cámara alta, donde Juntos por el Cambio tendrá mayoría. Además, controlará un tercio de Diputados. Allí reside el poder de Vidal.

María Eugenia mantiene una gran relación con el vice Daniel Salvador, lo que también le asegura cierta disciplina partidaria del radicalismo. Pero no puede decir lo mismo con Jorge Macri, el intendente más votado de JC, quien aspira desde su Vicente López ser algo así como el Kamchatka para el Frente de Todos. El primo del Presiente siempre quiso ser gobernador. Mauricio lo recibió en las primeras horas poselecciones. No hizo lo mismo con otros jefes comunales. Jorge no obedecerá todo lo que ordene Vidal, como seguramente sí lo harán sus legisladores.

María Eugenia, quien ya digirió el malestar por los dichos de Kicillof (“dejan una Provincia arrasada”), atesora un dato positivo luego de la bisagra electoral: Marcos Peña, su gran enemigo interno, quedó más golpeado que todos. Y todas. Eso sí, nada indica que Macri lo separe de su lado; al menos en el manejo de la diaria.

Vidal sabe que Marcos fue quien comunicó la estrategia para eyectar de la presidencia de la Cámara de Diputados (y probablemente de la política), a Manuel Mosca. Él se enteró de una denuncia por abuso, y aceleró todos los tiempos políticos para que la misma llegara a la Justicia, y a los oídos de María Eugenia, vía un ministro nacional. La gobernadora hizo lo que debía hacer. Pedirle que se fuera. Y eso sucedió. La presentación judicial no ha tenido mucho avance en la fiscalía 11 que conduce Alvaro Garganta en La Plata, pero Mosca es un mero recuerdo en la política, y su pareja Gladys González, también. Hay un dato insoslayable en todo esto: Mosca fue uno de los principales esgrimistas para el desdoblamiento electoral, el cual no seguía la lógica de Marcos, ni su disciplina partidaria.

Larreta, el gran ganador de octubre, sabe también que él será el único con datos objetivos y verificables para mostrar de cara a cualquier pelea por la grande. También tiene cierta injerencia en la agenda nacional, la cual resulta algo más distante para Vidal. Por eso, María Eugenia hará todo lo posible para que uno de sus alfiles, Cristian Ritondo, sea el presidente del bloque en Diputados nacionales. Hoy día, parece número puesto.

En Buenos Aires la transición ya comenzó. Kicillof tiene la urgencia de conocer todo (también contar con cierta injerencia para el futuro presupuesto), y luego de abordar lo importante. Entre esto último está el destino del Procurador General, Julio Conte Grand, cuyo cargo es vitalicio. Y medular. Axel no tendrá fuerza legislativa para desplazarlo, ni herramienta jurídica alguna para poner a una persona de su confianza. Federico Thea, uno de los cuatro que forma parte de la transición (Carlos Bianco, Augusto Costa y Agustina Vila), es su persona más cercana en cuestiones leguleyas y de los serpenteantes caminos judiciales. Conte Grand había dejado trascender que, si era presionado, se iba a ir. Pero el resultado de octubre no es el mismo que el de agosto. Este es uno de los datos a seguir en 2020.

En limpio, Vidal tendrá 62 intendentes (contra 70 de FdT), la mayoría en el Senado, probablemente al presidente del bloque en Diputados nacionales, y a Conte Grand como jefe de fiscales y defensores oficiales. Ningún opositor tuvo tanto en el indescifrable territorio bonaerense desde la recuperación de la democracia. El tema es que ahora no se dé por vencida antes de tiempo, chicaneó un analista provincial.