La foliculitis es una afección cutánea frecuente en la que los folículos pilosos se inflaman. Por lo general, se produce a causa de una infección bacteriana o fúngica. Al principio, puede manifestarse como pequeños bultos rojos o espinillas cabeciblancas alrededor de los folículos pilosos —las pequeñas bolsas desde donde crece cada cabello—. La infección puede propagarse y convertirse en úlceras escamosas y no curables. La enfermedad no pone en riesgo la vida, pero puede causar picazón, dolor y vergüenza. Las infecciones graves pueden causar pérdida permanente del cabello y cicatrices. Si tu caso es leve, es probable que se solucione en unos pocos días con medidas básicas de cuidado personal. En los casos en los que la foliculitis es más grave o recurrente, es posible que necesites consultar con un médico acerca de medicamentos de venta con receta.
Ciertos tipos de foliculitis se conocen como «foliculitis del jacuzzi», «vello encarnado» y «foliculitis de la barba».
Tipos de foliculitis
Los dos tipos principales de foliculitis son la foliculitis superficial y la profunda. El tipo superficial afecta solo una parte del folículo, mientras el tipo profundo compromete todo el folículo y suele ser más grave.
Las formas de foliculitis superficial comprenden:
Foliculitis bacteriana – Foliculitis del jacuzzi (foliculitis por pseudomonas) – Vello encarnado (pseudofoliculitis de la barba) – Foliculitis por Pityrosporum
Los tipos de foliculitis profunda comprenden:
Sicosis de la barba – Foliculitis gramnegativa – Forúnculos (diviesos) y ántrax – Foliculitis eosinofílica
Factores de riesgo
Cualquier persona puede padecer foliculitis. Sin embargo, ciertos factores te hacen más vulnerable a la enfermedad, entre ellos:
Padecer una enfermedad que reduzca tu resistencia a las infecciones, como la diabetes, la leucemia crónica y el VIH/sida – Tener acné o dermatitis – Tomar algunos medicamentos, como las cremas esteroides o la terapia con antibióticos a largo plazo para el acné – Ser hombre con cabello enrulado que se afeita – El uso frecuente de ropa que absorba el calor y el sudor, como los guantes de goma o las botas altas – Tomar baños de inmersión en hidromasajes que no tengan buen mantenimiento – Dañar los folículos pilosos al afeitarse, depilarse con cera o usar prendas ajustadas
Diagnóstico
Es probable que el médico te diagnostique foliculitis al observarte la piel y revisar tu historia clínica. El médico puede utilizar una técnica para el examen microscópico de la piel (dermoscopia). Si los tratamientos habituales no eliminan la infección, el médico puede usar un hisopo para tomar una muestra de la piel o el cabello infectados. La muestra se envía a un laboratorio para determinar la causa de la infección. En raras ocasiones, se hace una biopsia de la piel para descartar otras enfermedades.
Tratamiento
Los tratamientos para la foliculitis dependen del tipo y la gravedad de la enfermedad, de las medidas de cuidado personal que ya hayas probado y de tus preferencias. Las opciones incluyen medicamentos e intervenciones, como la depilación láser. Incluso si el tratamiento funciona, la infección puede reaparecer.
Cuidados Personales
Consultar al médico
Es probable que primero veas a tu médico de cabecera si tu afección es generalizada o si los signos y síntomas no desaparecen después de unos días. Seguramente te derivará a un médico que se especialice en trastornos de la piel (dermatólogo).