Los familiares y amigos de Fernando Báez Sosa organizaron una marcha en conmemoración por el cuarto aniversario del ataque. Exigieron que todos los rugbiers sean condenados a cadena perpetua
Graciela y Silvino, la madre y el padre de Fernando Báez Sosa, recordaron este jueves a su hijo en una ceremonia interreligiosa en la Facultad de Derecho. Reclaman que la condena a perpetua se extienda a los ocho rugbiers que participaron de la golpiza que mató a su hijo. Cuatro años pasaron ya del crimen ocurrido en Villa Gesell por el que fueron condenados ocho rugbiers. Esta vez, fue en la Facultad de Derecho, donde el joven tenía pensado cursar su carrera universitaria.
Allí, su mamá elevó el reclamo para que todos los involucrados reciban la misma pena: perpetua. “Quiero que se haga Justicia por mi hijo y por todas las víctimas que vinieron a acompañarme, que cumplan como lo dice la ley, el que las hace las paga. Que no salgan más”, imploró Graciela Sosa, madre de Fernando, con lágrimas en los ojos y siendo acompañada por familiares y amigos de su hijo. Se busca que los condenados como participes secundarios también sean declarados culpables con prisión perpetua.
La misa comenzó alrededor de las 20:30 horas y contó con varios oradores de distintas religiones que le dedicaron unas palabras a los familiares que estuvieron acompañados de su abogado representante, Fernando Burlando. Una hora más tarde, el padre de la víctima aseguró que “mientras que nosotros no encontremos la justicia no vamos a encontrar nunca la paz”.
Máximo Thomsen (24), Ciro Pertossi (23), Enzo Comelli (23), Matías Benicelli (24) y Luciano Pertossi (22) recibieron sentencia a prisión perpetua, pero en cambio Blas Cinalli (22), Ayrton Viollaz (24) y Lucas Pertossi (24) deberán cumplir 15 años en la cárcel ya que fueron considerados “partícipes secundarios”. El acto se desarrolló mientras los padres siguen esperando que sea favorable el fallo de la Sala 2 del Tribunal de Casación Penal bonaerense, haga efectivo el pedido.
Deberá decidir los jueces Mario Kohan, Fernando Mancini Hebeca y María Florencia Budiño, a su tribunal llegaron las apelaciones que presentaron sus abogados, Fernando Burlando, Fabián y Facundo Améndola, y la fiscalía, para que los ocho rugbiers sean condenados como coautores del “homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado por dos o más personas y por alevosía en concurso ideal de lesiones leves”.
Fernando se había anotado en la Facultad de Derecho de la UBA. Debía comenzar esos estudios semanas después de su regreso de unas vacaciones en Villa Gesell. Pero aquel 18 de enero de 2020 fue asesinado en una feroz golpiza de parte del grupo de rugbiers, a la salida del boliche “Le Brique”. “Nunca pensé que pasaría lo que pasó con mi hijo, que le arrebataron la vida, no tuvieron piedad alguna. Hasta querían llevárselo de trofeo y después se fueron a comer.“
“Sabían lo que hacían y le tocó lastimosamente a mi hijo. Que la muerte de mi hijo no quede en vano, que marque un antes y un después”, expresó Graciela en declaraciones a los medios que acompañaron. Por su parte, Silvino, el padre de Fernando, también dijo que continuarán “pidiendo Justicia” para que la condena a los ocho rugbiers sea prisión perpetua. En la ceremonia interreligiosa, se colocaron en un panel de madera cuadros con fotos de Fernando de distintas edades y los presentes llevaron velas para prenderlas durante la oración.