Aseguró que fue su hermano quien le contó lo que sucedió y no podía creerlo. Tras más de dos meses de internación, seguirá con un tratamiento ambulatorio
Desde que fue baleado el 25 de julio último por un policía en su casa del partido bonaerense de Exaltación de la Cruz, la vida de Santiago “Chano” Moreno Charpentier dio un giro de 180 grados y, a casi tres meses del hecho, aseguró que desde una semana antes del episodio no se acuerda de “nada” y que cuando su hermano le relató lo que pasó “no lo creía”, a la vez que admitió que en esta oportunidad estuvo “a punto de morir”.
El músico, exlíder de la banda Tan Biónica, relató hoy que “cuando estás con el consumo activo es difícil parar solo” y que la única manera de detenerse es “con una tocada de fondo; de las que tuve un montón”. Admitió que en este último episodio pudo terminar muerto y aseveró que “tengo 40 años y cuando consumía terminaba muy mal, al borde de un brote psicótico. Desde una semana antes (de recibir el disparo en el abdomen) no me acuerdo nada”.
En declaraciones a Radio Mitre, “Chano” expuso que “me acuerdo que me despertaba atado, las muñecas contra la cama y no recordaba nada. Quería que me soltaran, me fueron dando medicación para que me calme y no podía creer cuando mi hermano me contaba lo que pasó, no lo creía, pensé que era algo que me dijeron para que parara de consumir”.
Se mostró agradecido a su madre, a la que le dedicó una canción por haber estado junto a él durante esos momentos, y en cuanto a su adicción, dijo que por ella se internó “muchas veces” y que “el consumo era triste, no era algo de fiestas, social ni nada. Consumía solo y estaba paranoico pensando que había gente en mi casa, consumía llorando, llamaba al dealer diciendo que no quería más esto para mí”.
En cuanto a su presente, indicó que ahora vive “en una estructura muy rígida que me hacía falta, la enfermedad de la adicción no solo se manifiesta en el consumo de sustancias sino que uno puede tenerla aún sin consumir. Me obsesionaba con las personas, con cosas, con lugares”.
La investigación penal sigue su curso y está siendo tramitada por el fiscal Martín Zocca, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Zárate-Campana, quien sigue a la espera del resultado de diversas pruebas forenses para determinar la imputación que le cabe al policía Facundo Amendolara, quien gatilló para detener un presunto ataque del cantante.
Una pericia dada a conocer recientemente jugó a su favor ya que indicó que en la campera utilizada por “Chano” la noche en la que fue baleado había “presencia de residuos de disparo debido a la presencia de partículas características de GRS”. En otras palabras, se hallaron en la prenda rastros de plomo, antimonio y bario, tres elementos que se desprenden al efectuarse una detonación de arma de fuego. Ante eso, para la defensa del efectivo es prueba de que el numerario disparó ante una inminente embestida de Moreno Charpentier, en medio de un brote psicótico.
Todo tuvo lugar la noche del 25 de julio en el barrio privado Parque La Verdad de Exaltación de la Cruz, cuando, a pedido de la madre del músico, llegó un equipo médico con intenciones de internar al joven, quien estaba bajo una crisis vinculada al consumo de drogas.
Ante esto, y de acuerdo a algunos testigos, el artista se violentó y presuntamente quiso apuñalar con un cuchillo a Amendolara, quien se defendió y le disparó. Producto del balazo, a “Chano” debieron extirparle el bazo, un riñón y parte del páncreas y permaneció 18 días internado en el Sanatorio Otamendi.
Una vez que le otorgaron el alta, fue derivado a un centro terapéutico de la localidad bonaerense de Boulogne, para tratar sus adicciones y donde aún permanece. En ese sentido, el cantante detalló que se va mañana: “termino con una fase de internación en la que estuve poco más de dos meses y ahora sigo con una fase ambulatoria en la que puedo trabajar. Me estabilicé un montón, lo necesitaba, estoy en un fase de mucha felicidad”.