La víctima, embarazada de ocho meses, fue llevada ya sin vida a un hospital para intentar salvar al bebé, que tampoco sobrevivió
Una joven de 26 años embarazada apareció muerta dentro de una pileta de lona en su casa de Gualeguaychú y, hasta que se sepa bien las circunstancias del deceso, la Justicia aprehendió a su concubino, informaron hoy fuentes policiales.
El cuerpo de la mujer, embarazada de ocho meses, fue hallado la mañana del lunes en una pelopincho de su vivienda ubicada en el barrio La Terminal de la ciudad entrerriana, más precisamente en la calle Los Paraísos al 1800.
La identificaron como Jéssica Pérez y fue un familiar suyo quien llamó a su pareja para decirles que los otros dos hijos que tenían en común, de dos y siete años, estaban solos luego de que el mayor de ellos así lo expusiera.
El hombre relató ante los agentes de la fuerza que estaba trabajando cuando le avisaron y se acercó rápidamente a su domicilio. Al hacerlo, aseguró que encontró a Jessica flotando en la pileta, por lo que de inmediato llamó al servicio de emergencias.
Poco después de las 13, los médicos certificaron el deceso de la mujer, y rápidamente fue trasladada al hospital Centenario de Gualeguaychú para tratar de salvar al bebé que se encontraba en gestación, aunque la cesárea de urgencia no fue exitosa.
Ya por la tarde, la fiscal Natalia Bartolo ordenó la autopsia de rigor y la detención del marido de la damnificada de manera provisoria, hasta obtener los resultados de la necropsia. A su vez, los investigadores se entrevistaron con los familiares para establecer si había antecedentes de violencia de género y para confirmar también los antecedentes médicos de Jéssica, quien según indicaron desde su entorno sufría de ataques de epilepsia desde chica.
“Había tenido ciertas descompensaciones, incluso, en la vía pública”, dijo esta tarde el jefe de la Policía Departamental de Gualeguaychú, Cristian Hormaechea, aunque sostuvo que “en un examen médico preliminar se observaron determinadas circunstancias que llaman la atención y no se pueden dejar pasar. Hay algunas lesiones”.
Pese a esas palabras, luego señaló que “todo indicaría” que Pérez estaba sola al momento del hecho y que el esposo “estaba trabajando”. Aseveró que no hay denuncias por violencia de género, tanto en sede policial como en fiscalía, y que el sujeto no tiene antecedentes penales.
En ese sentido, una de las hipótesis apunta a que “producto de una descompensación” de ese cuadro de epilepsia, la mujer se cayó a la pileta.
