Chilenos y argentinos habían sido detenidos por la fuerzas de seguridad ucraniana bajo sospecha de espionaje.
La invasión rusa a Ucrania tiene en vilo a todo el mundo, por esta razón cientos de medios de comunicación intentan seguir el minuto a minuto desde el lugar de los hechos, con corresponsales (de guerra) que ponen en riesgo su propia vida. Así fue el caso de un grupo de periodistas sudamericanos que fueron demorados por la Policía ucraniana y los liberaron gracias a Maradona.
Daniel Matamala encabezaba la cobertura de la cadena CHV Noticias en Ucrania.
El sábado se trasladó buscando imágenes con colegas de su país y también argentinos pero fue detenido por un control hostil policial ucraniano. Matamala, estaba atravesando por tierra territorio ucraniano junto con su grupo de trabajo. En el marco de un conflicto bélico, el interrogatorio fue más largo de lo normal: querían asegurarse de que no se trataba de una cuestión de espionaje o ilegalidad.
Tras varias horas en la comisaría, aseguró que fueron liberados gracias a la mítica figura de Diego Maradona. Les exhibieron sus credenciales de prensa pero los uniformados no les creyeron. Matamala contó en su cuenta de la red social Instagram que: “La policía nos requisó documentos, cámaras, teléfonos, y nos escoltaron a la comisaría. Los primeros interrogatorios fueron tensos. Es un país en guerra y se sospecha de espías o saboteadores”.
Pero mientras lidiaban con las autoridades y con el idioma, recibieron una ayuda impensada pero magnífica: “Uno de los policías vio los pasaportes de mis colegas argentinos y dijo dos palabras que entendimos: ‘Messi’ y ‘Maradona‘. Ahí todo cambió”. Entonces, detalló: “Nuestro gran camarógrafo mostró que tiene un tatuaje de Diego Maradona en la pantorrilla. Con eso, el ambiente cambió mucho y gracias a la mano de Dios y al fútbol logramos salir de esa situación y llegar (a destino) sin inconvenientes”.
En las redes sociales, adjuntó la foto del dibujo de Juan Zamudio (el camarógrafo), quien se pintó en la piel la figura de Diego con la casaca argenta, el 10 y la redonda. “Nos dejaron libres y nos devolvieron los equipos. Nos salvó la mano de Dios“, escribió, mientras que concluyó: “Incluso en situaciones bélicas, de guerra, también hay momentos de algo más de distensión”, cerró.