Así lo decidió el Tribunal Oral Federal de la provincia de La Rioja, el ex Jefe del Ejército está imputado por los casos de Pedro y Ramón Olivera.
Este viernes concluyó el primer juicio oral oral y público por delitos de lesa humanidad cometidos en la provincia de La Rioja. En el cual hay 13 acusados incluido el ex General César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani.
A dichos genocidas se los acusó de haber participado en el secuestro y posteriores torturas de Pedro Olivera y su hijo Alfredo en 1977. Cuando Pedro era torturado sufrió un ACV y los militares lo abandonaron en su domicilio. La querella de los Olivera pidió una condena de 20 años para Milani y para Roberto Catalán, ex juez federal. Y la Fiscalía a su vez pidió 18 años de prisión para Milani. Sin embargo la Justicia ordenó su “inmediata libertad”
El caso cuenta con una numerosa cantidad de testigos y declaraciones, entre ellas de Ramón Olivera, Oscar Schaller (hijo de Plutarco Schaller). También cuenta con testimonios de Verónica y Cecilia Matta, Jesus Olivera, hijo de Pedro.
Milani esta preso desde 2018 en Campo de Mayo, desde donde siguió las audiencias. Luego de haber estado detenido en el penal de Marcos Paz. Pero sin embargo estuvo presente en las instancias obligatorias del juicio.
Ultimas palabras
Luego del veredicto Milani aprovechó para realizar un discurso un tanto nacionalista. Hizo mención a los que realizaron “una campaña política, mediática y judicial inédita contra un jefe del Ejército”. También dijo que su detención fue “injusta” y que la “arbitraria detención y las falsas acusaciones” han “infligido un castigo al Ejército Argentino. Privándolo de la posibilidad de una reconciliación definitiva con el pueblo de que se nutre”.
También dijo que con su acusación “se ha pretendido ahogar quizás el último gran intento de lograr un Ejército defendiendo los grandes proyectos nacionales y populares”. Y a su vez hizo caso omiso sobre los hechos de los cuales se lo acusa.
Para finalizar el militar dijo “creo firmemente en Dios, que algún día juzgará nuestros actos. Por eso estoy tranquilo, vistiendo con orgullo el uniforme de la patria, seguro de que me asiste la verdad y la razón”. “No me van a quebrar” terminó.
