El informe fue elaborado por la Universidad Popular Barrios de Pie. Entre otras cosas, indica que bajó el consumo de carne, frutas y lácteos.
Gran parte de las familias residentes en barrios populares disminuyó el consumo de alimentos durante el último año, entre ellos carne, frutas y lácteos, según reveló un informe de la Universidad Popular Barrios de Pie, y esto afecta principalmente a los niños.
El estudio será presentado oficialmente este miércoles a las 18 en la Legislatura porteña, en una actividad convocada por la diputada del Frente de Todos y presidenta de la Comisión de Políticas de Promoción e Integración Social, Laura Velasco.
El relevamiento se realizó en diez barrios populares porteños entre ellos: Barracas, Bajo Flores, Cildañez, Fraga, Villa Soldati, Villa Lugano, Ciudad Oculta, Pirelli, Retiro y Piedra Buena, entre agosto y septiembre de 2022, sobre 179 familias y 1752 chicos y chicas de la Ciudad de Buenos Aires que concurrieron a distintos espacios comunitarios. La investigación indicó que la malnutrición afecta al 54,6% de los barrios populares de la Ciudad.
El índice aumenta al 61% entre los de seis y 0 años, así los niños son los mayores afectados, con una malnutrición que afecta al 54,6%, es decir a una de cada dos niños, niñas y adolescentes de los barrios populares de la Ciudad. Al respecto, la legisladora remarcó que “el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta aprobó un presupuesto para el 2023 de 2 billones de pesos pero con fuertes recortes en materia de asistencia alimentaria, ajustando por quienes más necesitan del acompañamiento del Estado”.
“Nos preocupan muchísimo las consecuencias en materia de seguridad alimentaria en nuestros barrios populares, sobre todo en niños, niñas y adolescentes, porque afecta de manera directa su crecimiento, desarrollo y su salud integral”, manifestó Velasco y adelantó que el informe reveló que nueve de cada 10 familias “temen en poco tiempo no poder alimentarse por falta de recursos”, en tanto que “un 58% dijo que tuvo que achicar las porciones de los adultos, el 45% tuvo que hacerlo también con sus niñeces”.
También indicó que el 12% de las familias come carnes o huevo una vez al día y una de cada cinco sólo consume carnes con alto contenido graso y bajo en proteínas. La ingesta diaria de verduras, en tanto, alcanza al 12,8% de las familias, mientras que el 20,1% las come una vez a la semana o menos; respecto a las frutas, el porcentaje que consume a diario es del 21,2% de los casos, mientras que el 12,8% las consume una vez a la semana.
En cuanto a lácteos, sólo el 20,6% puede consumir. Sobre variaciones en el consumo de estos alimentos durante el último año, el 60,9% de las familias respondieron haber tenido que disminuir muchos de los alimentos que contienen nutrientes por ejemplo el consumo de carne el 51,4% el de frutas 48,6% la ingesta de frutas y el 51,4%, los lácteos. “La falta de estadísticas acerca de la situación nutricional de las niñeces y adolescencias más humildes impide generar políticas públicas efectivas y eficaces para abordar la situación.”
“Desde las organizaciones sociales nos pusimos al hombro esta tarea para interpelar y poner en discusión estrategias en articulación con el Estado que nos permitan revertir la situación”, destacó Velasco.