El pasajero proveniente de Panamá ya había realizado ese mismo viaje cinco veces en el último semestre. Esta situación ya había sido detectada por los agentes de la Dirección de Aduana.

Agentes de la Dirección General de Aduanas-AFIP descubrieron a un pasajero ingresando al país de manera ilícita 4.650 cigarros tipo habano en su equipaje en un vuelo proveniente de Panamá. Los cigarros venían en 186 paquetes de 25 unidades cada uno.

Un pasajero intentó ingresar al país 4650 habanos de contrabando

La mercadería de contrabando no fue declarada por el hombre al momento de ingresar al país, pero fue descubierta gracias al control no intrusivo del escáner aduanero: se estima que su valor total asciende a USD 23.250.

El procedimiento se realizó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y se gestó gracias al análisis anticipado de pasajeros, que emitió una alerta en el marco de las gestiones de riesgo. En este sentido, el sistema le permitió a la Aduana —en base al análisis de variables y perfiles de pasajeros frecuentes— administrar las herramientas de control en forma oportuna para prever la llegada de pasajeros que ameritaran controles exhaustivos.

En efecto, el viajero que trajo los cigarros tenía 5 viajes al exterior en un semestre, todos al mismo destino. Siempre salió sin familia o acompañantes, no tenía un trabajo declarado, ni ingresos importantes. Incluso, salió de la Argentina con 1 valija y volvió con 4.

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Así, las infracciones de la maniobra son varias: por un lado, la mercadería supera ampliamente la franquicia de USD 500 para ingresos por vía aérea, por lo cual debería haber sido declarada ante la consulta del personal aduanero. Sin embargo, por la cantidad y variedad de la misma se presume que fue traída con fines de comercialización, con lo cual su ingreso por el régimen de equipaje está, en efecto, prohibido.  Por esa razón, los cigarros quedaron secuestrados y al pasajero podría caberle una multa de $13.671.000 en los términos del artículo 977 del Código Aduanero. En rigor, el valor total de la mercadería convierte la maniobra en una infracción aduanera.

A su vez, el ingreso de esta clase de mercancía al territorio nacional con fines de comercialización requiere la intervención previa del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). Dichos avales no pudieron ser exhibidos por el viajero en cuestión, lo cual supone un agravante adicional.