Una consola atrapada entre generaciones y no saber donde era necesario cambiar

Hoy 9 de Septiembre se cumple una década más del lanzamiento de una consola cuya vida se encontró truncada. Era el año 1999 cuando SEGA lanzó una consola innovadora con uno de los mandos mas raros de todos, donde era posible colocar una tarjeta llamada VMU – la cual funciona como memory card y que permitía otras funciones muy futuristas respecto al resto de consolas del momento (Playstation 1 y Nintendo 64). Era rara, cuadrada, reproducía CDs, extremadamente pirateable, con un procesamiento por encima del resto de sus iniciales competidoras pero que hizo todo mal excepto albergar muy grandes juegos que pasaron inadvertidos al público por su bajísimo nivel de ventas por culpa de la consola en general.

Dueña de su propio fracaso al no escuchar nunca lo que sus fans pidieron y envuelta en su cerrada idea de lanzar una consola a mitad de la era de la 5ta generación. Fue con el lanzamiento de Playstation 2 donde las bajas ventas comenzaron, Japón perdió el interés por SEGA y fue cuestión de semanas en que la misma sea olvidada por sus tan acérrimos seguidores.

Un posible TOP 15 de la consola

Complicado de definir ya que tiene al menos entre 20 a 25 juegos dignos de ser tenidos en cualquier colección

Dreamcast aún puede ser encontrada siendo vendida con regularidad a precios que rondan los $12.000 a $18.000 dependiendo su estado, así también como sus mas importantes juegos. Es material coleccionable sin dudas ya que posee grandes juegos como Sonic Adventure, Marvel Vs. Capcom 2, Soul Calibur, Shenmue, Skies of Arcadia o Crazy Taxi entre tantos otros.

Hoy son 20 años de un ejemplo de soberbia y como la falta de devoción al público provocó la caída y la retirada final de las consolas de SEGA del mercado. Las ventas no cumplieron con ninguna expectativa de la empresa, se realizaron múltiples recortes de precio y promos en diferentes puntos con el intento de reactivar las ventas, pero fue inútil.
Mantener Dreamcast solo generaba incontables pérdidas financieras. Tras cambios importantes en la estructura de la dirección de SEGA se suspendió la producción de Dreamcast el 31 de marzo de 2001, cerrando definitivamente la puerta a la producción de consolas y dedicándose enteramente al desarrollo de software con juegos que aún viven.