Ocurrió en el marco de una tradicional celebración en un barrio de la capital de Santa Fe. La Policía constató que se trataba de animales de juguetes.
En medio del evento, la Policía local recibió una denuncia por supuesto maltrato animal. Al llegar al lugar, los oficiales constataron que todo fue un error: se trataba de muñecos.
Ambos animales iban vestidos con atuendos festivos pero el detalle que captó la atención de los vecinos fue que no se los veía comer ni tomar agua, y por ello decidieron presentar una denuncia por maltrato animal.
Personal del Instituto Municipal de Salud Animal (IMUSA) y de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana se dirigieron a la sede de la Basílica de Guadalupe en la que se estaba llevando a cabo el evento y constaron que los animales no eran reales sino que se trataba de un poni y una llama de juguete, con las que los niños podían posar y tomarse fotos.