Maximilian Schneider es un diseñador que hizo volar su imaginación en esta cuarentena y creo un espectacular concept Mazda RX-10 con motor rotativo y tecnología de hidrógeno, un hypercar pensado para competir pero también para andar en la calle.

La cuarentena hizo que muchos diseñadores que están en sus casas pasando el aislamiento dejen volar su imaginación y se pongan a diseñar nuevos vehículos. Algunos se los tomaron de una manera más relajada y otros lo hicieron intentando revolucionar el mundo automotriz. Maximilian Schneider es del segundo grupo. El diseñador de exteriores de Mitsubishi Motors en Japón se tomó el atrevimiento de imaginar un Mazda increíble que se podría ver tranquilamente en las calles en un futuro.

En su cuenta de Instagram, Schneider habitualmente muestra trabajos vinculados a otras marcas que no son únicamente de la empresa para la que él trabaja. Por eso no es descabellado ver este concepto de hypercar al que denominó RX-10 Vision Longtail. El diseño es una obra de arte pero lo más significativo es el enfoque que le dio que podría verse materializado en unos años.

En el relato que le agregó a las fotos aseguró que el vehículo es de hidrógeno acompañado de un motor rotativo de 2,3 litros turboalimentado. El mismo es apto para circular por la calle pero también puede ser homologado para la categoría Hypercar de Le Mans.

Gracias al motor este concept alcanzaría los 780 CV. Pero si le sumamos lo que pueden brindar los dos impulsores eléctricos tenemos que hablar de una mejora de 250. O sea, en total puede alcanzar 1030 caballos de fuerza. El peso estipulado del vehículo sería de 1450 kilos. Si tenemos en cuenta la relación peso/potencia más el diseño de los míticos longtail tenemos que hablar de una velocidad máxima de 427 kilómetros por hora, aproximadamente.

Más allá de todas estas prestaciones, este vehículo mantiene la filosofía Kodo de Mazda con un motor central. El aspecto tiene pasa ruedas muy anchas y modernas. Además, mantiene las líneas maestras de los recientes autos de la marca de Hiroshima. Mirándolo de perfil se ve que también estuvo pensado para que pueda competir en competencias de larga duración. Tiene una cabina tirada para adelante dejando espacio para el motor central y una larga y limpa parte trasera pensada para el paso del aire a alta velocidad.