La empresa alemana Novitec disparó la potencia de uno de los hypercar más deseados del mundo y lo llevó a un nivel que está más allá del límite de la razón.

El McLaren Senna es uno de los autos más lujosos, exclusivos, rápidos y deseados del mundo. Es quizás el mejor hypercar del momento gracias a su diseño aerodinámico, su construcción en gran parte en fibra de carbono y el bestial motor V8 biturbo. Pareciera que no se le puede pedir más. Sin embargo, la gente de Novitec sí lo hizo y al exprimirlo llevaron a esta joya a alcanzar los 915 caballos de fuerza.

La empresa alemana no tuvo ninguna duda en tener en su poder una unidad de estas y meterle mano. De esta manera, elevaron el rendimiento a un límite desconocido, con el cual tranquilamente llega a la misma línea del McLaren P1. Novitec afinó la electrónica del V8 biturbo de 4.0 litros y obtuvo los mencionados 915 CV a 7100 rpm. También los 888 Nm de par máximo a 6300 vueltas. En total son 115 caballos y 88 Nm de más que su versión original. 

A estar nuevas prestaciones también hay que agregarle unas llantas forjadas Vossen de 20 pulgadas en el eje delantero y de 21 marca Pirelli en el posterior. A su vez, también cuenta con un escape Novitec Race GTR fabricado en Inconel, un materia sumamente liviano. Estos elementos hacen que el McLaren Senna sea aún más ligero y que la relación peso/potencia sea de 763 CV por tonelada.

La performance en línea recta mejoró notoriamente. Acelera de 0 a 100 kilómetros en 2,7 segundos y de 0 a 200 en 6,5. Además, alcanza una velocidad máxima de 335 kilómetros por hora. Novitec también le hizo algunos retoques en la parte interior para quienes quieran personalizar su McLaren Senna. Así aumenta la calidad, vistosidad y exclusividad. Todo esto a través de cueros refinados, Alcantara y una variedad muy grande de colores.

Novitec no dio detalles de cuál será el valor de este trabajo que pueden llegar a elegir los propietarios de los 500 Senna que fueron vendidos. Los distintos especialistas aseguraron que al menos habrá que poner un millón de euros sobre la mesa para que la empresa alemana ponga manos a la obra y llevar uno de ellos a un límite sin igual.