El Gobernador bonaerense, Axel Kicillof, explicó cómo será la flexibilización en la provincia de Buenos Aires.

El mandatario bonaerense Axel Kicillof, quien acompañó al presidente Alberto Fernández junto con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en una conferencia de prensa emitida desde la residencia presidencial de Olivos, remarcó que la nueva etapa de la cuarentena que inicia mañana, 18 de julio, y se extenderá hasta el próximo 2 de agosto, podrá ser sostenida “en la medida en que no vuelvan los contagios y que no se incremente el uso de camas”.

Así, Kicillof indicó que a partir de mañana se va a pasar a una cuarentena intermitente” que permitirá reabrir industrias y comercios barriales con protocolos sanitarios y autorizar actividades profesionales.

“Se redujo la velocidad de contagio y logramos mantener la capacidad del sistema sanitario. Entonces, estamos en condiciones, de manera lenta, de volver a la etapa anterior”, aseguró Kicillof al compartir el anuncio respecto a cómo sigue el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y también en algunas provincias aún afectadas por un nivel alto de contagios.

“Va a depender del esfuerzo de cada uno, que no metamos la pata”, graficó Kicillof, y destacó que “no había un policía o agente municipal al lado de cada uno de los bonaerenses, sino conciencia, que nos permitió llegar hasta acá, sin lamentar una situación peor”.

En este marco, el gobernador anunció que a partir del lunes volverá la “apertura de empresas” que en la fase anterior estaban abiertas pero estas últimas semanas habían tenido que volver a cerrar, “con protocolos y transporte propio”.

A partir del miércoles, abrirán “sólo comercios barriales, con protocolos”, y el lunes siguiente (27 de julio) “se abrirán las actividades profesionales permitidas”.

No es verdad que le estamos ganando al virus, el coronavirus mata gente y nosotros no sabemos cómo matar al virus”, repitió Kicillof, y recordó que lo único que existe contra el Covid-19 -ya que no hay vacuna ni tratamiento comprobado- son “medidas de cuidado personal y de aislamiento”. El funcionario aseguró también que desde el Gobierno bonaerense se trata de administrar la capacidad sanitaria, para que “nadie se quede sin médico, sin cama, sin respirador”.

Kicillof agradeció “el esfuerzo, la paciencia y la solidaridad” de los y las bonaerenses y asumió que hoy “el epicentro” del virus “ya no es China ni Europa, sino América y América Latina”. Asimismo, insistió en que “no bajaron los casos”, sino que “dejaron de crecer a tanta velocidad”.

El gobernador bonaerense reconoció que “la crisis se hace larga”, pero que la Argentina, como consecuencia de la adopción temprana de la cuarentena, “salvó vidas”, con un total registrado de “115 mil contagios y 2.100 fallecidos”. “Si tuviéramos la misma tasa de contagios de Brasil, tendríamos de 400 a 700 mil contagiados y 16.000 muertos”, precisó.

Además, Kicillof precisó que “en el tercer cordón [del Conurbano bonaerense] hay un caso cada 400 personas; en el segundo cordón un caso cada 260 y en el primer cordón un caso cada 75 personas”. De esta manera, evaluó que “los objetivos se alcanzaron” durante la cuarentena estricta que concluye hoy y, en ese sentido, precisó que “se aumentaron las camas de 1.590 que teníamos al asumir, a 4.100 camas” que hay hoy, lo que hace que “el sistema no esté saturado”. Sobre la cantidad de testeos, subrayó que se pasó “de 2.500 a 5.100 tests por día, y también los rastreos por contacto, de 10 mil a 50 mil, y las camas de aislamiento, a 13 mil”.

Finalmente, el funcionario advirtió que los contagios no los sufren sólo los adultos mayores, y precisó que en “Argentina 6 mil casos fueron niños, 20 de ellos estuvieron críticos y 5 fallecieron”.