En el partido de ida por la semifinal de la Copa Sudamericana le ganó 2 a 1 en Santa Fe a Atlético Mineiro después de ir perdiendo 1 a 0.

Colón de Santa Fe avanza en silencio. Mientras las luces y las cámaras se van con los equipos más grandes, el Sabalero escribe su página internacional más importante, casi sin que se le preste atención. Y no es justo, porque desde la humildad el equipo de Lavallén está logrando cosas inéditas para el club.

En la previa de la semifinal, su rival Atlético Mineiro aparecía como amplio favorito. Pero Colón llegó hasta esta instancia jugando buenos partidos y mostrando personalidad en momentos clave, lo que no es poco. Había que ganar en Santa Fe para llegar al partido revancha en Brasil con cierta ventaja.

Y las cosas no empezaron de la mejor manera, porque Colón buscaba sin profundidad mientras que el Mineiro se conformaba con empatar, sin casi elaborar una jugada peligrosa de ataque. Así, sin buscarlo, el visitante se encontró a los 36´con la ventaja. Estigarribia quiso rechazar para un costado y la pelota rebotó en Chará y se metió en su arco. Sin hacer nada, Mineiro ganaba 1 a 0. Parecía que toda la mala suerte del mundo se había instalado en el Cementerio de los Elefantes para evitar que Colón alcance la final.

Pero el Sabalero volvió del entretiempo dispueto a llevarse por delante a su rival. A los 52´tuvo su premio cuando un tiro de esquina fue cabeceado por Olivera hacia el gol, aunque antes de que ingrese la aseguró Wilson Morelo, habilitado, en la línea. El 1 a 1 no conformaba a Colón que fue por más y dominó al Mineiro que se dedicó a defender a cara de perro el resultado. Y cuando parecía que el tiempo se extinguía apareció la Pulga Rodríguez para decretar la victoria. Faltaban solo cuatro minutos cuando el capitán mandó la pelota al fondo del arco y le permitió a todo el pueblo sabalero seguir soñando despierto. ¿Por qué no?