Gran actuación del Peque, que alcanza por segunda vez esa instancia en este torneo. Se medirá con Rafael Nadal, que eliminó a Cilic.

En una soberbia presentación, de las mejores de su carrera, Diego Schwartzman (21° del ranking) derrotó al alemán Alexander Zverev, número 6 del mundo, por 3/6 6/2 6/4 y 6/3 y se ubicó entre los ocho mejores del US Open, igualando su performance del año 2017 (p. con Carreño Busta). Su rival en los cuartos de final será el español Rafael Nadal, raqueta número 2 del planeta tenis, que despachó al croata Marin Cilic (23°) por 6/3 3/6 6/1 y 6/2, en una muy buena actuación del tenista mallorquín.

Tenis de alto vuelo mostró el Peque para eliminar al alemán, que se había impuesto con cierta comodidad el primer parcial, tras revertir un gran inicio del argentino que quebró el servicio del europeo de entrada para colocarse 2 a 0. Zverev reaccionó y posteriormente sacó una ventaja que la mantuvo para llevarse el set. En la segunda manga intercambiaron una rotura de saque cada uno, hasta que Schwartzman levantó cuatro break points en el quinto game, y a partir de ahí se llevó por delante a su adversario hilvanando cuatro juegos consecutivos para igualar el encuentro. El tercer parcial se desarrolló a un ritmo intenso, que se definió en el décimo game, tras una doble falta de Zverev. Se lo notó desanimado y con cara de derrotado al alemán rumbo al descanso, previo al cuarto set. En ese siguiente y decisivo set se vio lo mejor de Schwartzman, con una velocidad de piernas y de golpes que desbordó al nacido en Hamburgo. Rápidamente tomó la delantera por 4 a 0, apabullando a su contrincante, que apenas pudo recuperar uno de los quiebres de ventaja que tenía el argentino. No titubeó el Peque cuando tuvo que sacar para partido, y en el segundo match point definió con un drive cruzado inalcanzable para Zverev, lo que le permitió festejar una de sus victorias más importantes, que lo deposita en una instancia de privilegio.

Schwartzman deberá saltar una vara muy alta en su afán de pasar a las semifinales del US Open, ya que perdió las siete veces que se enfrentó con Nadal, pero se encuentra con la moral alta, condición clave para dar el soñado batacazo.