La victoria de Estudiantes frente a Central Córdoba (S.E.) por 1 a 0 le dio oxígeno al DT Gabriel Milito.

Alguna vez habrán escuchado la frase “tiene sobre su cabeza la espada de Damocles”, refiriéndose a una situación peligrosa que en cualquier momento puede llegar a un final abrupto. La historia viene de la mitología griega y cuenta que Damocles envidiaba la vida del rey, con sus lujos y banquetes, hasta que el monarca le propone cambiar de lugares por un día. Damocles empieza a disfrutar del banquete, hasta que mira hacia arriba y ve que una afilada espada cuelga sobre su cabeza, apenas sostenida por una débil crin de caballo. Asustado, pierde el apetito de inmediato y le pide al rey volver a cambiar de lugares. Así, con una filosa espada colgando a punto de caer sobre su cabeza se sentía Gabriel Milito, técnico de Estudiantes de La Plata. Sue equipo jugaba mal, venía de perder feo contra Arsenal 3 a 0 y empatar sin goles frente a Huracán en la Superliga y ser eliminado de la Copa Argentina el miércoles pasado a manos de su rival de ayer, Central Córdoba.

Por eso la visita de Estudiantes a Santiago del Estero era trascendente. Un mal resultado podía provocar el fin del ciclo del técnico. Y así salió a jugar el Pincha el partido contra el buen equipo de Coleoni. Con mucho fervor y entrega, maniató a su rival, le cerró los caminos a Gervasio Núñez y a Alzugaray y trató de lastimar por los costados, especialmente a través del veloz Edwar López. Fue mejor en la evaluación de la primera etapa, pero sin poder romper el cero, porque la voluntad y laboriosidad de Retegui se encuentran peleadas con el arco.

Un triunfo que calmó las aguas.
Facundo Sánchez y el festejo de su gol que le dio a Estudiantes el triunfo sobre Central Cérdoba (S.E.)

El arranque del segundo tiempo trajo la reacción de Central Córdoba que se le fue encima tratando de presionar más arriba y ahogar a Estudiantes. Sin embargo a los 10´la defensa del Ferroviario quedó mal parada y Correa, siendo el último hombre, no tuvo más remedio que cortar con infracción un avance haciéndose acreedor a su segunda amarilla. Con uno menos, Central Córdoba intentó aguantar el empate, pero a los 22´el lateral Facundo Sánchez sorprende llegando a conectar solo un desborde y centro de López y pone el 1 a 0 a favor del visitante. Faltaba mucho para el final y Coleoni intentó por todos los medios empatar. Hizo ingresar a todos jugadores de ataque, aún a riesgo de desprotegerse en el fondo. Inclusive terminó jugando con Alzugaray de lateral. Aún así, Estudiantes aguantó las embestidas y centros del equipo santiagueño hasta el final y se llevó la victoria.

Un resultado que trajo alivio para Milito y que va a permitir trabajar con tranquilidad pensando en el próximo rival, Rosario Central, que lucha también por alejarse del descenso, y luego en el clásico con el Gimnasia y Esgrima de Maradona. El triunfo puso una sonrisa en el técnico, que de todas maneras sabe que si mira hacia arriba, la espada sigue estando ahí, colgando sobre su cabeza.