Así es “Che, amor”, la obra de Mariano Taccagni

Che, amor” es un musical romántico que habla de vínculos. Cuenta la historia de Damián, un abogado que enviudó hace pocos meses, y que no puede dedicarse de lleno a lo que realmente le gusta: contar historias a través de dibujos. Diego, su marido, regresa luego de haber muerto con el único fin de que su amado luche por sus sueños.

Esta guión tan tierno como dramático de Mariano Taccagni, está perfectamente acompañado por la cálida y agradable música original de Agustín Konsol. “Che, amor” es un espectáculo angelado, y se nota desde el ingreso de los espectadores a la sala, donde los recibe un cielo de estrellas en El Método Kairós. La puesta logra grandes momentos gracias a la iluminación y banda de sonido de esta comedia dramática.

Che amor

Es para destacar el trabajo de Agustín Iannone, conmueve hasta las lágrimas desde su primer monólogo. El personaje logra empatizar con la gente, y el intérprete aplica su versatilidad artística durante toda la función. Se entrega en cuerpo y alma, y complementa su talento actoral con su increíble voz. Lo mismo sucede con Nicolás Leguizamón, que si bien llega para presentar los momentos más dramáticos de la historia, su humor negro y el carisma que derrocha en el escenario hacen que todo sea más fácil. Se mueve como pez en el agua, y tiene la difícil tarea de actuar una escena de manera secundaria. Lo logra con creces. La química entre los protagonistas es otro punto clave del espectáculo.

Matías Asenjo (Andy) llega para ponerle picante a la trama. Un atractivo modelo y stripper visita a Damián, e intenta tener una noche apasionada con él pensando que están solos. Claro que la presencia de Diego se hace notar, y marcará el desenlace de la historia. Otro rol impecable que se convierte en un bálsamo entre tanta emoción, y se adueña del escenario con su impronta. En el medio, aparece Claudia (personificado por Gladys López), una vecina de Damián que cada aparición que hace es gol. Juega con los espectadores y marca la presencia femenina con sus pequeños detalles. Cae en lugares comunes y así obtiene guiños con la platea.

Che, amor: un espectáculo que demuestra cómo los sentimientos se transforman

Cierra el staff el genial Matías Acosta, que se pone en la piel del Licenciado Federico Troncoso, para darle la cuota bizarra y alegre de la historia. Un personaje colorido que se complementa muy bien con los personajes principales, y que se anima a romper con tanta ternura. En medio de una hilarante confusión, viendo que su marido está volviendo a sonreír luego de dos meses de luto, descubrimos que Diego no es tan “invisible” como creíamos, y confirmamos, otra vez, que el amor, más allá de la muerte, vive por siempre.

“Che, amor” es una obra que hay que ver, que traspasa la cuarta pared, y que si bien es su tercera temporada, promete estar en cartel por un tiempo largo. La delicadeza de su música (que se encuentra en Spotify), sumado al inmenso talento de sus intérpretes, complementados por un gran guión y una puesta a la altura, dan como resultado una historia sin fisuras. Un ejemplo clarísimo de que el amor no pasa, se transforma.

Che, amor: un espectáculo que demuestra cómo los sentimientos se transforman