Crítica de Velorio a la carta

Velorio a la carta” se presenta los viernes y sábados en el teatro Regina (Avenida Santa Fe 1235). Esta comedia negra marca el retorno de Julián Weich a los escenarios, con un personaje tan desopilante como genial. El artista se entrega en cuerpo y alma para personificar a un hombre que se hace pasar por muerto en su familia, y termina describiendo varias verdades. Con un buen texto de Andrea Szyferman, dirección de Diego Reinhold y producido por Feldman Santa Cruz Producciones, es un mundo para ingresar y olvidarse de los problemas de cada uno.

Velorio a la carta

Más allá de que la puesta es dinámica y muy original, la sincronización y el gran trabajo de ensayos por parte de los actores, se nota en todo momento. Junto a Weich, integran el staff la hipnótica Celeste Campos, que viene demostrando su talento en los escenarios desde hace mucho tiempo, y Alejandra Majluf que nunca falla en un elenco, y se predispone a improvisar en escena, acto que el público lo agradece con creces.

Así es

Nico Máiques es otro actor que se mueve como pez en el agua en la comedia, y puede demostrar su versatilidad artística con un personaje que le viene como anillo al dedo. Completa el equipo el genial Fabián Arenillas, que tiene apariciones esporádicas, entradas y salidas, y todas con carcajadas por parte de la platea. Otra garantía de confianza a la hora de armar un buen grupo de trabajo. Juntos le dan vida a una comedia redonda, divertida, y que el espectador agradece en el saludo final.

Así es

Velorio a la Carta intenta responder al interrogante de ¿Qué límites estamos dispuestos a traspasar en busca de la verdad?, con un humor inteligente y desopilante. Un matrimonio infeliz, un hijo ignorante, una mucama que sabe callar y un abogado inescrupuloso forman parte de una trama cargada de muchos secretos,. que se irán develando con el correr de la historia. Un espectáculo necesario para distraerse, sorprenderse, y disfrutar.