Los fibromas uterinos son crecimientos no cancerosos del útero que a menudo aparecen durante los años fértiles. También llamados leiomiomas o miomas, los fibromas uterinos no están asociados con un mayor riesgo de cáncer uterino y casi nunca se convierten en cáncer.

Los fibromas varían en tamaño: desde plántulas indetectables para el ojo humano hasta masas voluminosas que pueden distorsionar y agrandar el útero. Puedes tener un solo fibroma o varios. En casos extremos, los múltiples fibromas pueden expandir tanto el útero que este llega a la caja torácica y puede añadir peso.
Muchas mujeres tienen fibromas uterinos en algún momento de su vida. Pero la mayoría no sabe que los tiene porque a menudo no causan síntomas. El médico puede descubrir fibromas de manera incidental durante un examen pélvico o una ecografía prenatal.

Síntomas

Fibromas uterinos
Muchas mujeres que tienen fibromas no tienen ningún síntoma. En las que sí tienen, los síntomas pueden verse influenciados por la ubicación, el tamaño y número de fibromas.
En las mujeres que tienen síntomas, los signos y síntomas más comunes de los fibromas uterinos incluyen:
Sangrado menstrual abundante – Períodos menstruales que duran más de una semana – Presión o dolor pélvico – Necesidad de orinar a menudo – Dificultad para vaciar la vejiga – Estreñimiento – Dolor de espalda o de piernas
En raras ocasiones, un fibroma puede causar dolor agudo cuando supera su suministro de sangre y comienza a morir.
Los fibromas se clasifican generalmente por su ubicación. Los fibromas intramurales crecen dentro la pared muscular uterina. Los fibromas submucosos sobresalen dentro de la cavidad uterina. Los fibromas subserosos se proyectan por fuera del útero.
Causas
Los médicos no conocen la causa de los fibromas uterinos, pero la investigación y la experiencia clínica apuntan a estos factores:
Cambios genéticos – Hormonas – Otros factores de crecimiento – Matriz extracelular
Los médicos creen que los fibromas uterinos se desarrollan a partir de una célula madre en el tejido muscular liso del útero (miometrio). Una sola célula se divide repetidamente y termina creando una masa firme y gomosa distinta del tejido cercano.
Los patrones de crecimiento de los fibromas uterinos varían: pueden crecer lenta o rápidamente, o pueden permanecer del mismo tamaño. Algunos fibromas pasan por períodos de crecimiento acelerado y otros pueden encogerse por sí solos.
Muchos fibromas que han estado presentes durante el embarazo se encogen o desaparecen después del embarazo, ya que el útero vuelve a su tamaño normal.
Factores de riesgo
Existen pocos factores de riesgo conocidos para los fibromas uterinos, aparte de ser una mujer en edad reproductiva. Los factores que pueden tener incidir en el desarrollo de los fibromas incluyen los siguientes:
Raza – Factor hereditario – Otros factores.(El inicio de la menstruación a una edad temprana, la obesidad, una deficiencia de vitamina D, tener una dieta más alta en carnes rojas y más baja en verduras, frutas y lácteos, y beber alcohol, incluida la cerveza, parecen aumentar el riesgo de presentar fibromas)

Complicaciones

Fibromas uterinos
Aunque los fibromas uterinos por lo general no son peligrosos, pueden causar molestias y pueden llevar a complicaciones como una disminución de los glóbulos rojos (anemia), que causa fatiga, debido a la pérdida excesiva de sangre. En raras ocasiones, se necesita una transfusión debido a la pérdida de sangre.
Embarazo y fibromas
Los fibromas no suelen interferir en el embarazo. Sin embargo, es posible que los fibromas, especialmente los submucosos, causen infertilidad o pérdida del embarazo.
Los fibromas también pueden aumentar el riesgo de sufrir ciertas complicaciones del embarazo, como el desprendimiento de la placenta, la restricción del crecimiento fetal y el parto prematuro.
Prevención
Aunque los investigadores continúan estudiando las causas de los fibromas, hay poca evidencia científica disponible sobre cómo prevenirlos. Quizás no sea posible prevenir los fibromas uterinos, pero solo un pequeño porcentaje de estos tumores requiere tratamiento.
Pero, tener un estilo de vida saludable, como mantener un peso normal y comer frutas y verduras, es posible que pueda disminuir el riesgo de padecer fibromas.
Además, algunas investigaciones sugieren que el uso de anticonceptivos hormonales puede estar asociado con un menor riesgo de fibromas.

Diagnóstico

Fibromas uterinos
Los fibromas uterinos con frecuencia se encuentran accidentalmente durante un examen pélvico de rutina. El médico puede sentir irregularidades en la forma del útero, lo cual sugiere la presencia de fibromas.
Si tienes síntomas de fibromas uterinos, tu médico puede solicitar los siguientes exámenes:
Ecografía – Análisis de laboratorio
Otras pruebas de diagnóstico por imágenes
Si la ecografía tradicional no proporciona suficiente información, el médico puede solicitar otros estudios de diagnóstico por imágenes, como los siguientes:
Imágenes por resonancia magnética – Histeroecografía – Histerosalpingografía -Histeroscopia

Tratamiento

Fibromas uterinos
No hay un único enfoque recomendable en el tratamiento de los fibromas, sino que existen muchas opciones terapéuticas. Si tienes síntomas, habla con tu médico acerca de las opciones para el alivio de los síntomas.
Conducta expectante
Varias mujeres con fibromas uterinos no tienen signos ni síntomas, o solo tienen signos y síntomas levemente molestos con los que pueden vivir. Si ese es tu caso, una conducta expectante podría ser la mejor opción.
Los fibromas no son cancerosos. En pocas ocasiones, afectan el embarazo. Generalmente crecen despacio, o no crecen, y tienden a reducirse después de la menopausia cuando bajan los niveles de las hormonas reproductivas.
Medicamentos
Los medicamentos para los fibromas uterinos se dirigen a las hormonas que regulan tu ciclo menstrual, y tratan síntomas como sangrado menstrual abundante y presión pélvica. No eliminan los fibromas, pero pueden encogerlos. Entre los medicamentos, se incluyen los siguientes:
Agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) – Dispositivo intrauterino (DIU) liberador de progestina – Ácido tranexámico (Lysteda, Cyklokapron) – Otros medicamentos ( El médico podría recomendar otros medicamentos. Por ejemplo, los anticonceptivos orales pueden ayudar a controlar el sangrado menstrual, pero no reducen el tamaño del fibroma)
Procedimiento no invasivo
La cirugía de ultrasonido focalizada (FUS) guiada por RM consiste en lo siguiente:
Una opción de tratamiento no invasiva para los fibromas uterinos que preserva el útero, no requiere incisión y se realiza de forma ambulatoria.
Se realiza mientras estás dentro de un escáner de resonancia magnética – Tecnología más novedosa
Procedimientos mínimamente invasivos
Ciertos procedimientos pueden destruir los fibromas uterinos sin necesidad de extirparlos mediante cirugía. Por ejemplo:
Embolización arterial uterina – Miólisis – Miomectomía robótica o laparoscópica – Miomectomía histeroscópica – Ablación endometrial
Procedimientos quirúrgicos tradicionales
Las opciones para los procedimientos quirúrgicos tradicionales incluyen:
Miomectomía abdominal – Histerectomía – Morcelación durante la extirpación de fibromas
Si estás tratando de quedar embarazada o quieres tener hijos

La histerectomía y la ablación endometrial no te permitirán quedar embarazada en el futuro. Además, la embolización de la arteria uterina, la miolisis y la ecografía enfocada y guiada por resonancia magnética pueden no ser las mejores opciones si estás tratando de optimizar la fertilidad futura.
Riesgo de tener nuevos fibromas
Para todos los procedimientos, excepto la histerectomía, las plántulas (tumores diminutos que el médico no detecta durante la cirugía) podrían crecer y causar síntomas que ameriten tratamiento. Esto a menudo se denomina tasa de recurrencia. También se pueden desarrollar nuevos fibromas que pueden o no necesitar tratamiento.

Consultar con un médico

Es probable que tu primera sea con tu profesional de atención médica primaria o con un ginecólogo. Visita a tu médico si presentas lo siguiente:
Dolor pélvico que no va – Períodos demasiado abundantes, prolongados o dolorosos – Manchado o sangrado entre periodos menstruales – Dificultad para vaciar la vejiga – Recuento bajo e inexplicable de glóbulos rojos (anemia) – Busca atención médica inmediata si tienes sangrado vaginal intenso o dolor pélvico agudo que aparece repentinamente.