Un hemangioma hepático es una masa no cancerosa (benigna) en el hígado. Un hemangioma hepático está compuesto por una acumulación de vasos sanguíneos.

Otros términos para un hemangioma hepático son hemangioma de hígado y hemangioma cavernoso.
La mayoría de los casos de hemangiomas hepáticos se descubren durante un examen o procedimiento para ver alguna otra afección. Las personas que tienen un hemangioma hepático rara vez tienen signos y síntomas, y típicamente no necesitan tratamiento.
Puede ser inquietante saber que tienes una masa en el hígado, incluso si es benigna. No hay evidencia de que un hemangioma hepático no tratado pueda llevar a un cáncer de hígado y así alterar la salud.

Síntomas

Hemangioma hepático (benigna)
En la mayoría de los casos, un hemangioma hepático no causa signos ni síntomas.
Sin embargo, cuando un hemangioma hepático causa signos y síntomas, estos pueden incluir:
Dolor en la parte superior derecha del abdomen – Sensación de saciedad después de comer solo una pequeña cantidad de comida – Náuseas – Vómitos
Sin embargo, estos síntomas no son específicos y pueden deberse a otra cosa, incluso si tienes un hemangioma hepático.

Causas

No está claro por qué se forman los hemangiomas hepáticos. Los médicos consideran que los hemangiomas hepáticos son congénitos; es decir, que la persona los tiene desde el nacimiento.
Un hemangioma hepático generalmente se manifiesta como una acumulación única y anormal de vasos sanguíneos que es menor a 1,5 pulgadas (alrededor de 4 centímetros) de ancho. En pocas ocasiones, los hemangiomas hepáticos pueden ser más grandes o manifestarse de forma múltiple. Los hemangiomas grandes pueden ocurrir en niños pequeños; sin embargo, esto es muy poco frecuente.
En la mayoría de las personas, los hemangiomas hepáticos no crecen y nunca provocan signos ni síntomas. Sin embargo, en muy pocas personas, los hemangiomas hepáticos crecen y causan complicaciones que requieren tratamiento. No está claro por qué sucede esto.

Factores de riesgo

Hemangioma hepático (benigna)
Los factores que pueden aumentar el riesgo de que un hemangioma hepático cause signos y síntomas incluyen lo siguiente:
Edad (Es más comúnmente diagnosticado en personas de 30 a 50 años) – Sexo ( Las mujeres son más propensas a ser diagnosticadas con un hemangioma hepático que los hombres) – Embarazo – Terapia de reemplazo hormonal

Complicaciones

Las mujeres que recibieron un diagnóstico de hemangioma hepático enfrentan un riesgo de presentar complicaciones si quedan embarazadas. Se cree que la hormona femenina estrógeno, cuyos niveles son mayores durante el embarazo, hace que algunos hemangiomas hepáticos aumenten de tamaño.
En pocas ocasiones, un hemangioma que está creciendo puede provocar signos y síntomas que pueden requerir tratamiento, por ejemplo, dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, hinchazón abdominal o náuseas. La presencia de un hemangioma hepático no significa que no puedas quedar embarazada. Sin embargo, analizar las posibles complicaciones con el médico puede ayudarte a tomar una decisión con mayores fundamentos.
Los medicamentos que afectan los niveles hormonales del cuerpo, como las píldoras anticonceptivas, podrían provocar complicaciones si te han diagnosticado la presencia de un hemangioma hepático. No obstante, esto es controvertido. Si estás considerando tomar este tipo de medicamentos, analiza los beneficios y los riesgos con tu médico.

Diagnóstico

Hemangioma hepático (benigna)
Los exámenes y procedimientos utilizados para diagnosticar los hemangiomas hepáticos abarcan:
Ecografía – Exploración por tomografía computarizada – Resonancia magnética – Escintigrafía – Según tu situación, quizás se puedan realizar otras pruebas y procedimientos.

Tratamiento

Si el hemangioma hepático es pequeño y no presenta signos ni síntomas, no necesitarás tratamiento. En la mayoría de los casos, el hemangioma hepático nunca crecerá ni causará problemas. El médico puede programar exámenes de seguimiento para controlar el crecimiento del hemangioma hepático periódicamente si el hemangioma es grande.
El tratamiento de los hemangiomas hepáticos depende de la ubicación y el tamaño del hemangioma, la presencia de uno o más hemangiomas, tu estado de salud general y tus preferencias.
Las opciones de tratamiento pueden incluir las siguientes:
Cirugía para extraer el hemangioma hepático – Cirugía para extraer una parte del hígado, incluido el hemangioma – Procedimientos para detener el flujo sanguíneo que llega al hemangioma – Cirugía de trasplante de hígado – Radioterapia

Consultar con un médico

Solicita una consulta con el médico si tienes cualquier signo o síntoma persistente que te preocupe. La mayoría de los hemangiomas hepáticos se descubren durante una prueba o un procedimiento por otra cuestión. Si sospechan que tienes una masa hepática, pueden derivarte a un médico que se especialice en el sistema digestivo (gastroenterólogo) o a uno especialista del hígado (hepatólogo).