El jefe de la banda rosarina Los Monos, Ariel Máximo “Guille” Cantero, fue condenado hoy a 28 años de prisión efectiva, en esta oportunidad como acusado de instigar siete de los diez ataques a tiros a domicilios de magistrados y edificios judiciales ocurridos en 2018 en la ciudad de Rosario.

Ariel “Guille” Cantero líder de Los Monos ya recibió condenas a casi 90 años de prisión, con apenas 33 años de edad. En múltiples juicios fue encontrado culpable de cometer un crimen, comandar una asociación ilícita, ordenar un secuestro extorsivo, liderar o integrar bandas narcos y amenazar a un juez.

Este jueves sumó otros 22 años de cárcel por ordenar ataques a tiros contra objetivos judiciales. Esta nueva condena se suma al acumulado de 64 años y ocho meses que ya tiene sobre sus espaldas el cabecilla de la banda narco criminal rosarina.

Se trata de una serie de episodios ocurridos entre mayo y agosto de 2018. Atentados que, de acuerdo a los investigadores, Cantero ordenó disgustado por la condena a 22 años de prisión que le dictaron por ser considerado líder de “Los Monos” y por un traslado desde un penal en Santa Fe a una unidad penitenciaria del servicio Federal ubicada en Chaco.

Para concretar esos ataques que alcanzaron a edificios del poder judicial, pero también a domicilios particulares vinculados con jueces y fiscales que investigaron y condenaron a “Guille”, contó con la colaboración de seis cómplices. Para ellos se reclamaron penas que iban de nueve hasta veinticuatro años de prisión.

El juicio se inició el 20 de agosto con una declaración impactante. Cantero, al ser consultado por su ocupación antes de ser detenido, aseguró: “Contrato sicarios para tirarle tiros a los jueces judiciales”. Un total de 250 agentes en 98 puestos fijos y móviles fueron destinados para brindar seguridad durante la última jornada del juicio.

En los alegatos de la defensa, el abogado Fausto Yrure pidió la absolución de Cantero o que, en todo caso, sea condenado sólo por amenazas y por una pena de seis años y ocho meses de reclusión. Los fiscales habían pedido 24 años.

Sobre las frases planteadas por su defendido en el comienzo del debate, Yrure los consideró “dichos irónicos” y una “muestra de desesperanza” ante “la falta de confianza en la Justicia a la hora de juzgarlo por alguna acusación”.

El trámite se desarrolló en medio de una celosa vigilancia dispuesta alrededor del Centro de Justicia Penal (CJP). El edificio fue blanco de distintos atentados y sufrió además una nueva balacera pocas horas antes de iniciarse el nuevo juicio contra Cantero.

Ese episodio era anticipado por un informe confidencial de seguridad que alertaba sobre la posibilidad de ataques y que sugería, por ello, que los detenidos siguieran las audiencias desde sus lugares de detención. Eso evitaría traslados y potenciales peligros.

“Guille” Cantero está actualmente detenido en el penal de Marcos Paz. Durante el juicio se conoció que contaba con una línea fija en su celda.

El lunes 13 de septiembre, en la central de la Central de Emergencias 911, se recibió una amenaza por la que permanecen detenidos un joven y su madre, ambos con antecedentes delictivos.

Suelten a los Canteros porque vamos a matar a todos los fiscales… Suelten a Los Monos porque voy a matar a todos los Fiscales, ¿saben? Vamos a matar a todos los fiscales. Suelten a Los Monos, esto no es broma. Nosotros no vamos a joder. Con la mafia no se jode”, planteó en la llamada que recibió una operadora y que obligó a reforzar la custodia al edificio del CJP y a parte del personal.

El video de cuando se realizó el allanamiento y se descubrió la conexión telefónica en la celda del Líder de Los MOnos

Por las balaceras se juzgaron catorce episodios y fueron siete los imputados: Daniel “Teletubi” Delgado (condenado a 12 años y medio), Damián Chávez (7 años), Lucía Uberti (20 años), Leonel Fernández (8 años), Matías César (20 años), Leandro “Chulo” Olivera (11 años) y Cantero.

El grupo está acusado de cometer amenazas coactivas agravadas por ser anónimas, por la utilización de armas de fuego y por tener como propósito alguna medida o concesión de un miembro del poder público.

El fiscal Miguel Moreno planteó en el inicio del juicio que los imputados buscaron “socavar el respeto por la autoridad estatal” y “condicionar el ánimo de los magistrados respecto de las decisiones que pudieran tomar contra Cantero”.

Con los atentados, concluyó, se “disputó al Estado, por el lapso de tres meses, su autoridad, manteniendo en vilo a una ciudad entera”.

Además de la condena de este jueves por las balaceras, contra Cantero se inició el mismo 20 de agosto pasado otro trámite. Allí se lo juzga por disponer extorsiones que, en uno de los casos, derivó en el homicidio de un apostador en el casino City Center, ubicado en la zona sur de Rosario. Por ello se pidió una condena a 33 años de cárcel.

Si se confirman y unifican todas las penas que pesan sobre él, Cantero podría pasar cincuenta años en una cárcel. Es lo máximo que prevé la legislación.

Hay homicidios por los que se pagaron “desde 4 mil pesos a sumas millonarias”

El fiscal de la Agencia de Criminalidad Organizada, Matías Edery, uno de los que está a cargo de la acusación en el juicio que se le sigue al líder y a seis integrantes de la banda “Los Monos” por balaceras cometidas en distintos domicilios y sedes judiciales de Rosario en 2018, aseguró hoy se han llegado a pagar “desde 4 mil pesos a sumas millonarias” a sicarios por homicidios y que “el negocio real es el negocio de la venta de la violencia”.

Tenemos casos de homicidio por los que se ha pagado desde cuatro mil pesos hasta sumas millonarias” afirmó Edery en diálogo con Radio con Vos horas antes de la lectura del veredicto en el juicio a Ariel “Guille” Cantero, líder de la narcobanda, y a seis de sus cómplices.

“Estamos convencidos de que no vende droga sino que vende violencia”, dijo en referencia a Cantero.

Es muy complejo, nosotros entendemos que el gran problema son las estructuras económicas que tienen estas organizaciones” agregó el fiscal, al ser consultado sobre la razón por la cual las bandas criminales siguen funcionando una vez que sus lideres son detenidos.

“Estas organizaciones funcionan y siguen funcionando desde el lugar de detención por que manejan mucho dinero y porque tienen contactos”, concluyó Edery.