El trasfondo del mensaje que conmovió a los medios del mundo

Si las relaciones entre los Menem y los Bolocco estaban veladas, cremadas y sepultadas, ¿era necesario que Cecilia desde Miami reabriera las grietas y las heridas con el presidente argentino Carlos Saúl Menem y con sus hijos Zulemita y Carlos Nair?

La respuesta lógica parecía ser NO, pero la realidad es que la ex Miss Universo chilena en una comunicación que hizo con la Cadena Teletón trasandina, a propósito del pandémico Corona Virus expresó que ella, en realidad: “Hace un año que me encuentro en cuarentena sin salir de mi casa, al lado de la cama convaleciente de mi hijo Máximo y debo reconocer que ha sido todo muy difícil pero ya me he acostumbrado…”

Las expresiones explotaron como si fuera una bomba en todos los ámbitos políticos, diplomáticos y mediáticos porque las palabras tenían destinatarios subliminales pero también inevitables: los Menem.

¿Por qué?… Muy fácil, porque desde aquella escandalosa visita del adolescente de 15 años a la casa del doctor Menem en el barrio de Belgrano, cuando Zulemita lo sorprendió grabando y filmando a su abuelo con su celular sin que él supiese que lo hacía, generó el reto de su hermana mayor y con esto la huida abrupta de Máximo que luego se juntó con su madre en un hotel porteño con la publicación y el sainete consecuente de lo producido con la versión del joven y su madre chilena por un lado y los hermanos Zulemita y Carlos Nahir por el otro, nunca más se volvería a hablar ni ver el conflicto planteado.

Tema terminado y sepultado. De ahí que no deja de extrañar que Cecilia Bolocco hoy retome la situación y envíe ese mensaje a los medios del mundo, pero inevitablemente mirando hacia la Argentina, donde nadie de los Menem locales quiere responder a la cuestión porque: “Son temas de la intimidad de una familia”.

La realidad es que Máximo Menem, el hijo menor del ex mandatario riojano, presenta un tumor cerebral que es atendido y tratado con quimioterapia hace varios meses.

El bulto oncológico no le ha afectado las funciones motrices ni mentales, pero los rayos quimioterápicos le provocaron pérdida de cabello, enblaquecimiento de la pigmentación de su piel y disminución de peso, ya próximo a cumplir los 17 años.

La cuestión es que el mensaje de Bolocco, que sigue en pareja con el empresario Pepo Dairén, muy vinculado a los medios de comunicaciones latinoamericanos y muy activo con varios canales argentinos, pretende una consideración en el patrimonio hereditario de su hijo porque estima que su padre, Carlos Saúl Menem no tiene la salud y vigor de tiempos pasados.

La guerra fría y feroz de los Menem con los Bolocco sigue planteada y aunque sea silenciosa no deja de ser tremenda y la seguiremos viendo y acompañando en las próximas semanas. Esto no termina aquí.