El hombre está acusado de matar a Longhi, exrugbier y presidente del Club Municipal de Vicente López. También buscan a su casero, que se fugó a Chaco
El despiadado asesinato a mediados de enero en Luján de Marcelo Longhi, exrugbier y presidente del Club Municipal de Vicente López (Vilo), dio un brusco giro tras la detención en las últimas horas de su socio, mientras que por estas horas se busca también al casero del campo de la víctima, quien se encuentra prófugo.
Fuentes judiciales indicaron que el apresado es Pablo Javier Achard, y se llegó hasta él a través de un informe médico legista clave que determinó que el damnificado no pudo haber salido con vida de su campo de Tomás Yofré el mediodía del 13 de enero en que lo mataron, como se creyó en un primer momento.
Ante esa nueva y fundamental evidencia, la titular de la fiscalía 9 de Luján, Mariana Suárez, pidió una orden de allanamiento para el domicilio del sospechoso, que fue avalada por el Juzgado de Garantías 1 de Mercedes. De esta manera, los detectives se dirigieron esta mañana hasta la casa de Achard del partido bonaerense de Vicente López, de donde se secuestró una pistola calibre 9 milímetros con la documentación vencida y su celular. También se registró una oficina suya donde el hombre tiene su empresa de seguridad, ubicada de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En tanto, también por orden judicial, se allanó el campo de Longhi con el fin de apresar a su casero, Ramón Flores, aunque se constató que no se encontraba en el lugar y que presuntamente se fue a la provincia de Chaco, donde es ahora buscado y donde tiene una causa por “tentativa de homicidio agravada por el uso de arma de fuego”, añadieron los voceros. De ese sitio, los pesquisas incautaron tres escopetas. “Al parecer, este sujeto se fue con un televisor y dos bolsos”, indicó un portavoz.
Tanto a él como a Achard se les imputa el delito de “homicidio simple”, y el ya arrestado será indagado mañana, mientras que se explicó que una de las sospechas es que el crimen se haya cometido por motivos económicos. “Hay diversos elementos que vinculan” a los sospechosos “con el asesinato de Longhi”, aseveraron.
Achard, quien participó del velorio de la víctima, comenzó a ser visto con otros ojos por la Justicia debido a las contradicciones que tuvo al brindar testimonio tras el crimen. Para llegar hasta él fueron claves unas hojas de eucalipto que encontraron los peritos entre el pantalón y el calzoncillo del exrugbier.
Ese hallazgo fue importante porque planteó la primera certeza a Mariana Suárez, que indicaba que el perjudicado no había sido desnucado en el lugar en el que lo encontraron, en la caja de una camioneta en medio de un descampado, sino que la escena del crimen era otra: nada menos que el campo que los socios e íntimos amigos compartían, que está lleno de árboles de eucalipto.
Otra pieza fundamental para acorralar al ahora detenido fue que los médicos legistas determinaron que la muerte se produjo entre las 11 y las 13, y Achard le había dicho a la policía que Longhi había dejado el campo alrededor de las 13.35.
La víctima fue hallada asesinada a golpes y con el cuello quebrado el 13 de enero pasado en la caja de su camioneta Ford Ranger detenida entre unos pastizales, a unos 15 metros de un camino rural que se cruza con la ruta provincial 47, en el acceso al paraje La Choza, en el límite entre Luján y General Las Heras, en el noroeste del Gran Buenos Aires.