La joven Amalia de 18 años vivía en un departamento con otros estudiantes, pero debió regresar al palacio para prevenir un ataque.

Amalia, la Princesa de Orange, se vio obligada a volver a una vida de reclusión en el palacio junto a sus padres, los reyes de Holanda. La joven de 18 años vivía en un departamento con otros estudiantes, pero, por seguridad, debió irse de allí. Al iniciar su carrera universitaria, la hija de Máxima se había mudado del palacio, pero actualmente se encuentra bajo estrictas medidas de seguridad por el temor de que pueda ser atacada por delincuentes.

La princesa Amalia volvió a vivir con sus padres por amenazas: “Apenas puede salir de casa”

“Apenas puede salir de casa”, dijo la reina Máxima a la agencia holandesa de noticias ANP durante una visita de estado a Suecia con su esposo, el rey Guillermo quien consideró “muy dura” la situación. “No se puede describir”, enfatizó. La princesa comenzó a estudiar Política y Economía el mes pasado en la Universidad de Amsterdam y se había mudado a la capital holandesa, sin embargo, la pareja real informó que la preocupación por su seguridad la obligó a regresar al palacio real Huis ten Bosch en La Haya.

El primer ministro holandés, Mark Rutte, sostuvo que no podía especificar detalles de las amenazas. “Esta es una noticia terrible, en primer lugar, para ella”, dijo Rutte a los periodistas. “Los responsables de su seguridad están haciendo todo lo posible para que ella esté a salvo”, destacó y “las consecuencias son muy duras para ella”, lamentó Máxima citada por la ANP. “No está la posibilidad de una vida estudiantil para ella como la que tienen otros alumnos”, agregó.

La princesa Amalia volvió a vivir con sus padres por amenazas: “Apenas puede salir de casa”

El diario De Telegraaf había informado en septiembre que “en mensajes encriptados del crimen organizado sobre un supuesto ataque o bien un secuestro, se hacía referencia a la princesa y al primer ministro, Mark Rutte”. En ese momento, el RVD (Servicio de Información del Gobierno) señaló que la joven ya no vivía en el piso de Ámsterdam y que se estaba investigando la situación. Tras eso no hubo más declaraciones ni comunicados.

En septiembre, Amalia de Orange asistió a la cena de gala del Consejo de Estado, organismo en el cual le corresponde un lugar desde que cumplió la mayoría de edad, aunque aún sin derecho a voto. Por el momento no se espera que participe regularmente de las reuniones al menos hasta terminar sus estudios. A finales del próximo enero, Amalia hará una visita a la parte caribeña del Reino de Países Bajos, y acompañará a sus padres en un viaje por Aruba, Curaçao, Saint Maarten, Bonaire, Saint Eustatius y Saba.