Isidro Alvarez, detenido el 27 de octubre pasado, continuará detenido hasta el juicio oral.

Isidro Álvarez (63), el encargado de un edificio del barrio porteño de Núñez que está preso acusado de abusar sexualmente de siete niñas entre los años 1995 y 2019, no será liberado. Es la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal de la Ciudad de Buenos Aires rechazó en los últimos dìas el pedido de excarcelación solicitado por su defensa al entender que existe un riesgo de fuga y amenaza de amedrentamiento a las víctimas. 

La resolución se conoció este miércoles 7 de diciembre pasado y señala “que las reiteradas salidas y entradas a Paraguay –su país de origen–, que fueron informadas por la Dirección Nacional de Migraciones, demuestran que el acusado cuenta con los medios necesarios para ausentarse de Argentina e impiden descartar que posea vínculos en el exterior que podrían facilitar su evasión”. 

Además, los camaristas entendieron que “debe ponderarse el riesgo de amedrentamiento a las damnificadas –quienes deberán declarar en etapas ulteriores–, sus familiares y otros eventuales testigos”. 

“Especialmente, si se tiene en cuenta el conocimiento que posee el imputado sobre las diversas circunstancias en las que desenvuelven su vida y su entorno íntimo, dado el vínculo familiar con algunas de ellas o la condición de encargado del edificio en el que otras residían y donde habrían sucedido los hechos investigados”.

Rechazan el pedido de excarcelación contra el portero acusado de abusar de siete niñas en el barrio de Núñez

“Cabe señalar –se resalta en el escrito al que tuvo acceso el diario Perfil– que el temor de las víctimas ha quedado en evidencia con el tiempo que dejaron transcurrir hasta radicar las denuncias que dieron origen en esta causa, en algunos casos más de veinte años”.

El portero fue detenido por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires el 27 de octubre pasado, tras una investigación judicial que demandó más de dos años y en la que al menos siete de sus víctimas contaron los padecimientos que sufrieron cada vez que entraban a la portería del noveno piso del edificio de la calle Cuba al 2900, en el barrio porteño de Núñez.

Álvarez está acusado por todos estos delitos: abuso sexual simple, abuso sexual con acceso carnal y abuso sexual gravemente ultrajante, todos reiterados y en concurso real entre sí, agravados por encontrarse encargado de la guarda y por tratarse de víctimas menores de 13 años, los cuales a su vez concursan idealmente con el delito de corrupción de menores agravado. 

Para los jueces de la Sala IV, “la escala penal resultante para el concurso de delitos por el que fuera procesado” el portero “excede holgadamente los márgenes contemplados en ambas hipótesis”.

Al acusado “se le atribuyen numerosos actos contra la integridad sexual de siete niñas que se encontraban bajo su cuidado, ya sea dentro de su domicilio, del de las menores o en el interior del edificio en el que se desempeña laboralmente como encargado de portería, aprovechándose de su conocimiento del lugar y de la vulnerabilidad de las víctimas, que tenían entre 7 y 13 años”.

Sobre la falta de antecedentes del acusado, uno de los argumentos que planteó su defensa para obtener el beneficio de excarcelación, los jueces respondieron que “los riesgos reseñados aconsejan un reaseguro de la sujeción al proceso superior a la mera imposición de pautas de conducta, prohibiciones, interdicciones, cauciones o alternativas de prisión morigerada”.