Argentina perdió ante Arabia Saudita 2 a 1 en su primer partido en el mundial Quatar 2022 y queda sin margen de error para la clasificación

El debut de la Selección Argentina en el Mundial Quatar 2022 no fue el esperado y cayó ante su par de Arabia Saudita por 2 a 1 quedando sin margen de error para poder clasificar entre los dos primero del Grupo C que se completa con México y Polonia. El equipo argentino había comenzado arriba en el tanteador con un gol de Messi a los 10 minutos de la primera etapa.

Argentina llegaba al debut en la Copa del Mundo de manera inmejorable. Con buen funcionamiento, sabiendo qué se quería hacer en la cancha, con un equipo que se conocía, con Messi asumiendo su liderazgo con alegría y en un buen momento futbolístico … En fin, ostentando un invicto de 36 partidos seguidos invicto y el mote de gran candidato a obtener el título.

El técnico Scaloni intentó calmar la euforia, pero parecía que tanto él como el plantel confiaban en que los primeros pasos en el mundial iban a ser dados sin mayores sobresaltos. Todos los protagonistas, medios de comunicación, público y periodistas derrochaban optimismo. Y tenía lógica, porque los antecedentes avalaban esa actitud.

Argentina y una derrota impensada en el debut
Argentina se pone en ventaja a los 9 minutos a través del gol de penal de Messi. Cuando todo era alegría

Y Argentina empezó bien. Messi se pierde una buena oportunidad al rematar débil desde buena posición para que el arquero Al Owais se quede con la pelota y a los 9 minutos el VAR llama al árbitro esloveno Slavko Vincic para señalarle un agarrón con derribo a Paredes dentro del área Saudí en un tiro de esquina. Penal, que el capitán Lionel Messi transforma en gol

Argentina fue muy superior durante toda la primera etapa. Arabia Saudita no pateó una vez al arco. Pero el equipo de Scaloni cayó llamativamente en la trampa del off side que tiraba su rival casi como sistema. Ocho posiciones adelantadas le sancionaron al equipo argentino a sugerencia del VAR, algunas casi milimétricas. Y acá una consideración: si como muestra el gráfico oficial de FIFA lo que está adelantado de Lautaro Martínez en su gol (habría sido el 2 a 0) es solamente su brazo, y se sanciona, eso va contra el espíritu de la regla.

Argentina y una derrota impensada en el debut
El gol de Lautaro Martínez era el 2 a 0 pero fue anulado por una milimétrica posición adelantada
Argentina y una derrota impensada en el debut
El gráfico oficial de FIFA marca la posición del brazo de Lautaro que determina la anulación del gol

Todo cambió en siete minutos de la segunda etapa. A los 3´, una pelota en profundidad a Al Shehri encontró desacomodada a la defensa argentina y le permitió al delantero definir ante el cruce de Romero para empatar el partido y dejar mudas alas más de 25.000 personas que alentaban a Argentina. Y qué decir cuando tres minutos más tarde Al Dawsari convirtió el 2 a 1 con un muy buen remate que “Dibu” Martínez alcanza a tocar sin poder desviar su destino de red. Dos tiros al arco y Arabia estaba arriba en el marcador.

Argentina y una derrota impensada en el debut
El festejo de Al Dawsari y toda Arabia Saudita del 2 a 1 ante Argentina

Ya en desventaja, Argentina equivocó los caminos. El equipo árabe se refugió, hizo todo lento y esperó que el reloj avance, aún cuando quedaba mucho tiempo. Scaloni hizo tres cambios juntos: entraron Lisandro Martínez, Julián Álvarez y Enzo Fernández por Romero, Paredes y el Papu Gómez. Argentina tuvo mayor movilidad pero le faltaron ideas y le sobraron centros al área que eran invariablemente despejados.

Hubo oportunidades desperdiciadas y buenas intervenciones del arquero Al Owais. El destino del resultado pareció inexorable y Argentina se encaminó a la derrota, aunque el árbitro dio 14 minutos de tiempo agregado.

Ahora vendrá el tiempo de la reflexión. Quedan dos partidos ante México y Polonia y ya no hay margen de error. Habrá que analizar con calma y seguramente se harán algunos cambios. Aunque desde el lado del periodismo se haya iniciado la incipiente carnicería y búsqueda de culpables ante la evidente decepción por la derrota