New Driver dialogó con Néstor Girolami en un nuevo Instagram Live. Allí el piloto del WTCR habló de todo. Desde su presente como padre, pasando por el día más duro de su carrera y terminando con su idea de continuar en Europa muchos años más.

Hace tiempo ya que Néstor Girolami decidió irse a Europa a competir en el nivel más alto del automovilismo mundial. Hoy representa a Honda en el WTCR y vive en España junto a su familia. New Driver dialogó con él por Instagram Live donde contó muchas cosas. Sus primeros pasos en el karting, su faceta ahora como padre, su día más feliz y el más triste en el automovilismo y la posibilidad de regresa al Turismo Carretera en algún momento.

Nos imaginamos que estás con muchas ganas de volver a estar arriba de un auto de carrera…

Se extraña mucho. Hace bastante que vengo haciendo mucho simulador, trabajando en lo físico. Acá empezó a hacer calor así que aprovecho a salir en los horarios más duros que son cerca del mediodía para ir aclimatándome. Pero nada se compara con el auto. Espero pronto hacer alguna prueba en karting para empezar a prepararme más en el mundo real, que es lo que más disfruto.

¿Cómo está la situación en España después de la gran oleada que hubo de coronavirus allá?

Llegamos un 11 de mayo después de estar dos meses y medio en Argentina. Los primeros días estaba todo cerrado, muy parecido a lo que había visto en Argentina. Estuvimos mucho adentro, salimos únicamente en los horarios permitidos a dar una vuelta para que pasee Isabella. Ahora, la situación está mucho mejor. Ya hay muy pocos casos por día, no se habla más de muertes. La situación está bastante controlada. Tengo entendido que la comunidad europea va a abrir sus fronteras a partir de la última semana de junio. Ahora estamos en la fase 2 en España.

¿Cuánto te cambió la vida ser padre?

Muchísimo. Por suerte la gorda se despierta una sola vez a la noche y puedo dormir las horas que necesito, gracias a la genia de Juli (la esposa), para poder entrenar al otro día. Durante el día te cambia mucho. No es lo mismo tener familia al lado de tu familia que tenerla lejos. No tenemos una persona que nos pueda dar una mano, que la tenga un ratito. Entonces, nos turnamos entre los dos para agarrar la posta. Obviamente que la vida cambió rotundamente. A mí, en este aspecto, me vino bárbara la cuarentena porque pude acompañar y estar junto a ellas. Ese tiempo con carreras no hubiese sido posible.

¿Cuándo estás en Europa que extrañás de Argentina?

Las juntadas con mi familia o amigos. Acá tengo la suerte de tener a Estaban Guerrieri cerca, a mi entrenador que también es argentino y que por lo general nos juntamos. Me gusta mucho el asado del domingo y eso quizás lo que uno más extraña.

Y si te tuvieses que traer algo de Europa a Argentina ¿Qué sería?

Tengo una vida muy nómade y por eso me tengo que llevar todas las cosas todo el tiempo. Cuando vivía en San Pablo me lleve mi simulador que también lo tengo acá en España. Es mi herramienta de trabajo. Y ahora que tengo una hija tengo que pensar cada vez que me mudo. Ahora es menos complicado porque no va al colegio todavía, pero cuando empiece su vida social va a ser una complicación más a la hora de mudarme. Tu cabeza empieza a trabajar de otra manera.

Hablando de simuladores ¿Cómo ves el mundo virtual que explotó con la cuarentena?

Comparado con el real no tiene nada que ver. A mi me encanta el mundo real y no cambiaría mi auto de carrera y las tardes en el karting por nada. Antes de no hacer nada y estar parado en tu casa, lo virtual te ayuda un poco a training y la concentración. No hay desgaste físico. Yo lo que hago es subirme a la bici, levantar las pulsaciones mucho y ahí me subo al simulador para no errar. Así simulo un poco la realidad. Está muy lejos de parecerse a lo que uno vive adentro de un auto de carrera.

Hoy estás en Europa representando a Honda y con la posibilidad de pelear el campeonato del WTCR, pero ¿Cómo fueron tus primeros pasos en el automovilismo?

Mi papá me regaló un karting cuando tenía 3 años y medio. No tengo muchos recuerdos de la primera prueba pero por lo que me cuentan fui a la pista, di dos vueltas y paré en boxes para largarme a llorar, me asusté. Obviamente que el ruido de un karting para un nene de 3 años no es normal. Así que mi viejo guardó el karting y al poco tiempo le pedí ir de nuevo. Empecé de nuevo y le agarré el gustito. Desde ese día no me pudieron parar. Arrancó como una locura de mi viejo y se metió en el quilombo más grande de su vida porque vinieron muchos años de sacrificios. Es un valor muy grande la que mi familia siempre me haya acompañado.

 Cuando empezaste a correr habitualmente ¿Qué sueños tenías en la cabeza?

Cuando arranqué no tenía ni idea de lo que podía ser. Era simplemente un hobbie de los fines de semana y los disfrutaba porque estaba con amigos y la familia. La adrenalina que te genera un karting a esa edad es muy loco. Disfrutaba. Con el correr de los años empecé a correr más y me empezó a ir bien. Ahí lo empezamos a hacer profesionalmente con mi viejo y empezó a tomar más color. Aunque llegar al automovilismo grande era otra cosa.

El momento que me di cuenta que podía llegar fue en el primer año de la Fórmula Renault. Me destaqué en varias carreras y ahí pensé que se podía. Fueron años difíciles porque había que hacer un esfuerzo económico muy grande. Fue fundamental el trabajo de mi papá hasta que en el 2009 me contrata Renault como piloto oficial. Desde ese momento soy piloto oficial de una marca y me pagan para correr. Desde el 93 hasta el 2009 fue un largo camino donde tuvimos que hacer mucho esfuerzo económico para lograr los objetivos.

¿Qué crees que ven en vos las terminales para contratarte constantemente?

Dedico mi vida a esto. Todo lo que pasa en mi día a día es para el automovilismo. Eso me dio sus frutos. Dejé muchas cosas de lado y hay que sacrificarse mucho. Tener la suerte de hacer lo que me gusta es un privilegio y por eso cuido tanto mi trabajo. Lo hago con mucho amor y profesionalismo, que es uno de los secretos. Cuando uno hace las cosas de esta manera es muy difícil que las cosas salgan mal. Es una de las claves para mantenerme en el mejor nivel durante tantos años.

¿Cuál es el día más feliz de tu carrera deportiva?

Creo que fue en Potrero de los Funes 2014 cuando salgo campeón por primera vez del Súper TC2000. Me había sacado una mochila muy grande, cuando vi la bandera a cuadros exploté en llanto de felicidad. No podía creer lo que había logrado. Había sido un año de mucha tensión. A nivel emocional, el día más feliz es, sin dudas, el nacimiento de mi hija. Eso no se compara con nada.

¿Y cuál es el día que te gustaría borrar de tu trayectoria en el automovilismo?

El día más triste es el del accidente de Balcarce. Fue tristísimo para el automovilismo y, en mi caso, muy duro porque me tocó estar en el lugar menos deseado, en el momento menos indicado. Ese día lo sufrí mucho y a raíz de eso se hizo muy difícil continuar. Fue un momento que costó muchísimo superar. Si tengo que elegir un día para borrar elijo ese.

¿Sentís que se castigó por demás después de eso?

Yo venía de muchos errores antes de ese. En ese tenía muy poco para hacer y cualquiera que hubiese estado en mi lugar se hubiese dado cuenta que no había mucho para hacer. No se veía nada, había gomas de camiones rebotando. Pero producto de todo lo que había pasado anteriormente muchos aprovecharon para hacerme responsable pero  con el tiempo se fueron dando cuenta de que fue una fatalidad y no había culpables. Nunca se debería haber corrido después de lo que pasó el viernes con Agustín (Canapino). Yo recuerdo a Guido de la mejor manera y mi familia sabe todo lo que me tocó pasar y vivir.

El día de mañana, ¿Intentarías volver al Turismo Carretera?

Nunca cierro las puertas. Obviamente que no volvería a un lugar donde no me quieren. Y si mis colegas no quieren que vuelva no volvería porque no está bueno estar en un cumpleaños donde no te invitan. Las generaciones pasan, los años pasan para todos y habrá algún momento donde lo evalúe si vuelvo a Argentina. En ese momento veré si tengo las puertas abiertas o no y si tengo las ganas de correr o no.

¿Cómo analizas tu futuro? ¿Volverías a Argentina?

Me gustaría mucho poder continuar en Europa porque creo que es son años muy buenos. Me gusta mucho lo que aprendo, de conocer pistas nuevas, gente nueva, formas de trabajo distintas, culturas, idiomas. Siento que no sólo crezco como deportistas sino que también hay una parte como persona que voy adquiriendo y eso te abre la cabeza. Eso es lo que más me gusta de vivir en el exterior. Extraño a mi familia, pero ya va a haber tiempo. Si puedo seguir trabajando muchos años más trabajando acá, me voy a quedar. No analizo volver en los próximos años, por lo menos.

¿Cómo ves el tema de la tecnología eléctrica en los autos?

Acá viene avanzando mucho ese tema. Hay muchas terminales que está yendo para ese lado y es una realidad. En cinco años yo creo que el mercado va a ser más eléctrico que a combustión. Se ven muchos autos eléctricos. Va por buen camino. Si vos ves las curvas de la F1 y la Fórmula E de crecimiento, la Fórmula E es impresionante lo que creció en los últimos años. La F1 no creció de esa manera y creo que bajó un poco en los últimos años. No es de mi agrado un auto eléctrico para correr, pero hoy la tecnología están yendo para ese lado y nosotros nos tenemos que adaptar. Creo que en Latinoamérica va a llegar más tarde los autos eléctricos.

Yendo al estilo de vida que pregona New Driver ¿Con quién te gustaría sentarte a tomar un café?

Me encantaría con Hamilton porque sería muy rico y aprovecharía para preguntarle cosas de un auto de Fórmula 1. Me gustaría preguntarle cómo vivió el año donde Rosberg le ganó el campeonato. Saber qué fue lo que pasó ese año y si lo tiraron el bombo en la carrera que rompió el motor cuando venía liderando el campeonato.

¿Qué objetivo te falta cumplir?

Ganar un campeonato en Europa es mi próximo objetivo. A corto y mediano plazo quiero ser campeón del WTCR y luego veré. En Europa hay un montón de categorías, hay muchas carreras de GT donde me gustaría estar. Carreras de Endurance que son buenas alternativas para los pilotos. Esas cosas me gustarían.

Y la última, ¿Qué es lo que más disfrutás de tu vida?

Es ser padre. Lo estoy disfrutando muchísimo, es un gran momento. Te cambia la vida para siempre y para bien. Estoy en un momento donde puedo disfrutarla y vivir de lo que me apasiona que son las carreras de autos.