La ANMAT dio hoy de baja más de 400 ofertas de venta de dióxido de cloro que se comercializaban en plataformas online.

Tras el fallecimiento de un pequeño de cinco años en la provincia de Neuquén luego de que sus padres le dieran dióxido de cloro para combatir el coronavirus, un producto que es tóxico para el organismo pero que algunos comunicadores difundieron en los medios que puede llegar a ser útil contra el Covid-19, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) dio hoy de baja más de 400 publicaciones que comercializaban productos a base del componente en plataformas digitales.

El dióxido de cloro, aclararon, “no está autorizado” por la ANMAT para consumo humano, y en un “marco de cooperación” con la plataforma MercadoLibre, se rastrearon y bajaron las publicaciones que lo comercializaban en internet.

El organismo regulador aseguró, a través de su página web, que continúa realizando un exhaustivo seguimiento sobrela información que circula en redes sociales y medios de comunicación en referencia al uso de dióxido de cloro como tratamiento y/o prevención de la Covid-19 y otras enfermedades”,  y volvió a advertir sobre lo peligroso que puede resultar el consumo de esta sustancia en humanos, ante versiones que afirman que supuestamente ayuda como prevención o tratamiento contra el coronavirus.

La ANMAT recordó que el dióxido de cloro “no cuenta con estudios que demuestren su eficacia, no posee autorización por parte de este organismo para su comercialización y su uso podría ocasionar graves consecuencias en la salud de las personas que lo ingieran“.

En este sentido, la institución recomienda “no consumir productos que contengan dióxido de cloro o sustancias relacionadas” y “no comprar por internet medicamentos ni productos promocionados para tratar enfermedades ya que no se puede garantizar su seguridad, legitimidad o que hayan sido conservados de manera adecuada. El único canal oficial de comercialización es la farmacia”, enfatizaron.

El 4 de agosto pasado, la ANMAT difundió un comunicado especial en el cual cita un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y remarcó que “la ingesta de dióxido de cloro y el clorito de sodio reaccionan rápidamente en los tejidos humanos y si se ingieren pueden causar irritación en el esófago y estómago, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea e intoxicaciones severas, entre otras complicaciones que pueden incluir graves trastornos hematológicos, cardiovasculares y renales”.

Además, explicaron, “la inhalación puede generar edema pulmonar, broncoespasmos, neumonitis química y edema de glotis, entre otras complicaciones respiratorias como bronquitis crónica y erosiones dentales, así como complicaciones en otros órganos del cuerpo”.