Schwartzman puso todo y más para eliminar a Shapovalov. El tenista argentino accede a su primera final del Masters 1000, ante un grande como Djokovic. Zeballos y Granollers, campeones en dobles.

Diego Schwartzman (15°) ganó una verdadera batalla y se metió en la final del Masters 1000 de Roma, tras vencer en tres horas y cuarto a Denis Shapovalov (14°) por 6/4 5/7 y 7/6(4). Su adversario en la final, a disputarse el lunes en la Centrale del Foro Itálico, será Novak Djokovic (1°), vencedor del noruego Casper Ruud (34°) en la primera semifinal. El serbio aventaja al argentino por 4 a 0 en enfrentamientos personales, la última vez en el cemento de Melbourne, por los octavos de final del Australian Open de este año. Sobre canchas de polvo de ladrillo será el tercer encuentro entre ambos, Nole se impuso en este mismo el año pasado, en semifinales.

Las alegrías para el tenis nacional vinieron también por el lado de Horacio Zeballos, quien junto al español Marcel Granollers se consagraron en el cuadro de dobles del Masters 1000, al doblegar a los franceses Jeremy Chardy y Fabrice Martin por 6/4 5/7 y 10/8. Tercer trofeo del año para la dupla hispano-argentina (Buenos Aires y Río de Janeiro) y el segundo en este nivel (Masters 1000 de Canadá 2019). El binomio disfruta del 2° lugar en la Carrera de Campeones, bien perfilados para estar presentes en el Nitto ATP Finals de Londres, a fin de año.

Volviendo a Schwartzman, llega por primera vez en su carrera a una final de Masters 1000, un objetivo que tenía entre ceja y ceja. Su duelo con Shapovalov fue electrizante, el canadiense posee una potencia y un repertorio tenístico de alto vuelo, a lo que el Peque le opuso su fortaleza física y su corazón, no exento de buen tenis, por su puesto. El pupilo de Juan Ignacio Chela se vio forzado a ceder la iniciativa por obra de su adversario, pero lejos estuvo de amilanarse, todo lo contario.

La mejor raqueta argentina no claudicó en ningún momento e impuso su mayor experiencia en los momentos definitorios, un gran mérito. Inclusive, Shapo sacó 5-4 en el tercer set, pero no pudo concretar y Schwartzman se resistió con solidez y templanza. Llegaron al tie break y ahí primó la voluntad y el coraje del tenista argentino, que liquidó el pleito en el primer match point que dispuso y terminó festejando en la arcilla del Foro Itálico. Las caras de Chela y Mikhail Youzhny (coach de Shapovalov) eran fieles reflejo del desenlace.

La segunda semifinal en el Foro Itálico tuvo muchos condimentos a lo largo de las tres horas y cuarto que duró el cotejo: por un lado, el corazón y la fuerte mentalidad del Peque, del otro sector de la red, toda la explosión y variantes tenísticas del canadiense, que estuvo cerca de la victoria. Los aficionados del tenis de todo el mundo, felices por el espectáculo brindado por ambos jugadores. A propósito del público, los organizadores del Masters 1000 romano habilitaron la presencia de 1000 personas en las gradas, con el distanciamiento sanitario correspondiente.

En la otra semi, Djokovic debió exprimirse a fondo para deshacerse de Ruud, sobre todo en el primer parcial. El nórdico sirvió 5-4 y 40/15 para adueñarse de esa primera manga, pero entre errores propios y la jerarquía del líder del ranking ATP se diluyeron esas posibilidades. Una vez igualados en 5 games, el balcánico apretó el acelerador para obtener el preciado primer set y sacar una diferencia en el siguiente, que le sirvió para llegar a una nueva final de Masters 1000. Sin desarrollar todo su potencial, al oriundo de Belgrado le bastó para sacarse de encima a un incómodo contrincante.