Mudado este año a Flushing Meadows, Cincinnati busca no interferir con el US Open.

El torneo de Cincinnati, que albergará durante la misma semana al Masters 1000 masculino y al WTA, se mantiene firme en la realización de los eventos de la presente temporada, ante la duda de varios tenistas de no tomar parte de la gira norteamericana de cemento, a causa del Covid-19 y la falta de explicación de las entidades que rigen el tenis sobre los protocolos sanitarios. Las autoridades del certamen expresaron que las finales se jugarán el viernes 28 de agosto, para no chocar con la programación del US Open, ya que compartirán la sede de Flushing Meadows este año. Las fases previas se desarrollarán una semana antes, el 20 y 21 de agosto.

Una vez concluido Cincinnati, inmediatamente comenzará el US Open, los apretados calendarios obligan a estas determinaciones. Los cuadros principales de Cincy estarán conformados por 56 participantes cada uno, nutridos de 12 jugadores provenientes de las respectivas qualys o fases previas. Las voces de los tenistas siguen cruzadas en torno a la asistencia o no a las competencias en Estados Unidos, las dudas asaltan a profesionales masculinos y femeninos. Varios de los europeos se quedarán en su tierra y pondrán el foco en el tramo de canchas lentas del Viejo Continente.