Se impuso a Venezuela 87 a 67 y se aseguró el pase a cuartos de final.
Fue un triunfo vital en un partido clave. Porque Venezuela es un rival que se conoce mutuamente muy bien con el conjunto del “Oveja” Hernández. Y también porque es uno de los equipos americanos a los que Argentina tiene que dejar atrás para clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Sólo los dos equipos de nuestro continente que avancen más lejos en la competencia lo lograrán. Por eso ganar era difícil e importante a la vez.
Y si bien el partido empezó con el equipo enchufado, a los cinco minutos sufrió un momento de incertidumbre cuando Campazzo se retiró con dolor en el tobillo derecho, el mismo que se había esguinzado antes del debut. El base es fundamental, pero su lugar fue ocupado por Laprovítola, otro crack que se hizo cargo de la conducción y mantuvo a Argentina siempre arriba en el marcador. Faltando 37 segundos para el final del primer cuarto, regresó Campazzo y superó la férrea marca venezolana con un triple que puso el marcador 17 a 12 y cerró el cuarto.
Siempre Argentina estuvo arriba. Venezuela por momentos se acercó, pero era el momento en que, o bien a base de velocidad o de puntería con los tiros externos, Argentina volvía a estirar la diferencia. Gabriel Deck estaba encendido y convertía todo lo que tiraba. Venezuela, conducido técnicamente por el argentino Fernando Duró, proponía una defensa muy dura físicamente, pero los argentinos no se aminalaban y aumentaban la ventaja. Es que el equipo de Hernández no se refugiba cerca de su aro, sino que empezaba a defender bien arriba, haciendo perder segundos al ataque venezolano y obligándolos a tomar tiros incómodos.
Así se fue cerrando una victoria contundente por 20 puntos de diferencia, con Deck como máximo anotador del partido y Campazzo como MVP. Ahora el objetivo es ganarle a Polonia el domingo a las 9 de la mañana para terminar primeros en el grupo y enfrentar al segundo del grupo “J” que lideran Serbia y España. La confianza está intacta. y verlos jugar es un placer.