La referente social, Margarita Barrientos aseguró que, pese a que la necesidad de asistencia se multiplicó, la ayuda privada decayó mucho y la ayuda estatal es prácticamente nula.

Margarita Barrientos desde el inicio de la pandemia se encuentra instalada en Añatuya, su ciudad natal, en la provincia de Santiago del Estero. En una entrevista  con el diario La Nación, cuenta que el trabajo es arduo, digno de un mago, para sostener los cuatro comedores -que alimentan a más de 5000 personas- más los diferentes espacios sociales (bibiloteca, jardín de infantes, centros de salud, talleres) que lleva adelante su Fundación entre Añatuya y Buenos Aires. Habla sobre la situación económica de los que más necesitan y cuenta que perdió contacto con el ex presidente Mauricio Macri, a quien ella apoyaba.

Barrientos reconoce que por un lado, la asistencia que recibía de particulares y empresas decreció en un 90% y al mismo tiempo, sostiene que su Fundación engrosa la lista de organizaciones sociales que reclaman mayor asistencia estatal sin obtener respuesta. “A lo mejor porque a mí me consideran una aliada de Mauricio [Macri], la ayuda no me llega“, arriesga. Sin embargo, agrega que ha perdido contacto con el ex presidente, de quien dijo, hace unos meses, sentirse defraudada. “El que se ofendió por mi palabra, que sepa que no se interpretó el sentido en el que yo lo quise decir”, puntualiza.

“A las seis de la mañana ya estoy levantada. Tomo mate y después me voy a caminar desde las seis y veinte hasta las siete. Vuelvo, me cambio y me voy a la Fundación. Ahí me quedo todo el día hasta las 16 o 17. En la Fundación hacemos de todo, porque tenemos chicos trabajando, hacen sillas, mesas, tapizados, soldadura. y además tenemos los comedores. En total en la Fundación trabajan unas 70 personas”, detalla.

Por otro lado sostiene que aumentó muchísimo la gente que se acerca a pedir a la Fundación desde iniciada la cuarentena y relata que “  Viene gente que vive a 30 kilómetros, vienen de todos lados. Cuando yo llego a mi casa, la gente me viene a pedir mercadería aquí. Yo soy de cocinar mucho también, así que reparto entre mis vecinos”.

También destaca que decayó mucho la ayuda privada que la Fundación recibe durante la cuarentena y subraya que Cayó un 90%. De lo que nosotros recibimos en Los Piletones, la mitad la traemos para los dos comedores de aquí. Pero también tenemos un comedor en Cañuelas que se sostiene con la ayuda de Los Piletones. Después tenemos un Centro de Rehabilitación en Campana, y hay que mantener todo”.

Aquí  en Añatuya es muy difícil recibir donaciones. Hasta el comienzo de la cuarentena daba la cena. No pudimos sostenerla. Pero la cena es tan importante para los chicos. Es muy triste que el chico a la noche pida un pedazo de pan y que la madre no tenga (se quiebra). El otro día fuimos a visitar a una señora que tiene 14 hijos, todos chicos. Uno de ellos me comentaba que tenían animales pero se los tuvieron que ir comiendo y vendiendo”.

En el 2001 fue distinto. Las cosas no estaban bien, por supuesto. Pero la necesidad era otra, ¿vio? Había saqueos en los supermercados y mucha de la gente que decía necesitar se llevaba una televisión o llenaba el carro de bebidas alcohólicas. Yo creo que esto es mucho, muchísimo más fuerte”. “En el año 2001 no había planes ni nada”, sostiene. “Ahora desde que empezó la pandemia, solamente dos veces he recibido ayuda de Desarrollo Social cuando nosotros le damos de comer a más de 5000 personas. Muchas organizaciones sociales padecen lo mismo”,

Consultada sobre la relación que mantiene hoy con el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires sintetiza que , “Siempre ha sido buena, ojalá que eso continúe siempre. Con Horacio (Rodríguez Larreta) y con Diego (Santilli) siempre ha habido buena comunicación y buena respuesta. ”Y también remarca que en el “país hay un manejo político de la pobreza. Y siempre fue así lamentablemente. La gente pobre siempre ha sido manejada”.

En ese contexto sostiene que “No sé. A lo mejor porque a mí me consideran una aliada de Mauricio, la ayuda no me llega. No lo sé. Pero en ese caso no tendría nada que ver la gente. La gente tiene que comer. Los políticos desayunan, almuerzan, meriendan y cenan todos los días y esta gente también lo necesita”.

Hace unos meses  Margarita Barrientos había declarado que el ex presidente, Mauricio Macri,  la había defraudado, sin dar demasiadas precisiones al respecto en ese momento. Hoy  sobre ese expresión sostuvo que, “Yo creo que utilicé mal esa palabra. Pero sí creo que él no ha sabido luchar. Yo creo que cuando uno quiere algo, bueno, me pasa a mí, yo siempre lucho por lo que quiero y por lo que creo que es justo. En ese sentido me sentí defraudada. Como persona lo aprecio un montón, lo quiero mucho. A lo mejor lo tomó a mal”.

“No, nunca más tuve contacto con Macri. Pero bueno, el que se ofendió por mi palabra, que sepa que no se interpretó el sentido en el que yo lo quise decir”.

Sobre declaraciones recientes que dio en donde sostuvo que” nunca más iba a apoyar políticamente a nadie” explico que “Hoy lo estoy pagando. Muchas de las ayudas que tendrían que llegar no llegan. Pido frazadas, pido colchones, yo no los pido para mí porque tengo mi pensión y mis hijos me ayudan. Solamente pido para la gente que vive debajo de un nylon, que duerme arriba de una tarima o arriba de un cartón, que no tienen colchón ni frazadas, a la que tenés que darles unos sacos viejos para que hagan unas colchas”.

Escribo cartas y nada. Eso no me pasaba antes. Es muy duro que una familia me venga a pedir leche y que me digan que tienen a su hijo desnutrido y yo no tenga leche para darles. A veces creo que todo lo que me falta hoy es un poco lo que estoy pagando. Ojalá que me equivoque”, concluye Barrientos.

Para colaborar con la Fundación se puede hacer a través de una cuenta corriente del Banco de la Ciudad de Buenos Aires

  • Cuenta corriente: 024-2744/7
  • Alias: COMEDOR.HOGAR.PILE
  • Whatsapp: +54 9 11 4034 1267