Aunque todavía no esté lista la reforma que pidió para “sus hijos de cuatro patas”, Javier Milei ya se instalará en la residencia presidencial, ubicada en Olivos.

En el transcurso de esta semana, el presidente Javier Milei se trasladará a la Quinta de Olivos a pesar de que aún no están listos los caniles que pidió para sus “hijos de cuatro patas”.

Se trata de sus cinco mastines ingleses llamados Conan, Murray, Milton, Robert y Lucas, nombres que hacen referencia a economistas libertarios (Milton Friedman, Murray Rothbard y Robert Lucas).

Una arquitecta es la encargada de la obra que será pagada de manera personal por el Presidente, según precisan en la Casa Rosada. Sin embargo, la construcción está demorada porque el refuerzo de las paredes de los caniles contiene insumos importados que escasean.

Ya se han trasladado cuadros y otros objetos personales del primer mandatario a esta residencia, según pudo confirmar Ámbito.

Desde el 10 de diciembre se espera poder importar los insumos, pero aún no se han conseguido los dólares del Banco Central para pagarlos” comentan. Y agregan que “desde ya que Milei descartó de plano levantar el teléfono y comentarle la situación al titular del Banco Central”, Santiago Bausili.

Es más, afirman quienes lo frecuentan, que la situación le parece hasta graciosa: “No puedo llevar a mis hijitos a la Quinta de Olivos porque no autorizan los dólares necesarios, pero es lo que les ocurre a miles de argentinos”, suele reflexionar el mandatario y está dispuesto a seguir esperando el tiempo necesario.

Los mastines habitarán en la Quinta de Olivos en una casa que necesita que las paredes sean reforzadas, ya que cada uno de ellos pesa unos 100 kilos. “Dos veces tuvo que reparar las paredes de su departamento”, comentan amigos del Presidente.