Experimentar algún efecto secundario leve tras vacunarse contra el coronavirus es normal y hasta puede ser un signo de que la vacuna está funcionando.
Tras la inmunización, es posible que aparezca algo de fiebre, malestar, dolor o cansancio. Cada individuo puede experimentar uno de estos síntomas, una combinación de los mismos o ninguno.
Pero estos efectos secundarios desaparecen generalmente a las pocas horas o días.