La obesidad infantil es una enfermedad grave que afecta a niños y adolescentes. Los niños obesos están por encima del peso normal para su edad y estatura.
La obesidad infantil es particularmente problemática debido a que el peso adicional suele provocar que los niños comiencen a tener problemas de salud que antes se consideraban exclusivos de los adultos, como diabetes, presión arterial alta y colesterol alto. Muchos niños obesos también tienen obesidad en la adultez, especialmente si uno o ambos padres son obesos. La obesidad infantil también puede generar baja autoestima y depresión.
Una de las mejores estrategias para reducir la obesidad infantil es mejorar los hábitos de alimentación y ejercicio de toda la familia. El tratamiento y la prevención de la obesidad infantil ayudan a proteger la salud de tu hijo tanto ahora como en el futuro.
Síntomas
Factores de riesgo
Muchos factores, que generalmente funcionan conjuntamente, aumentan el riesgo de que tu hijo tenga sobrepeso:
Dieta – Falta de ejercicio – Factores hereditarios – Factores psicológicos – Factores socioeconómicos
Complicaciones
La obesidad infantil puede tener complicaciones para el bienestar físico, social y emocional de tu hijo.
Complicaciones físicas
Diabetes tipo 2 – Síndrome metabólico – Colesterol alto y presión arterial alta – Asma – Trastornos del sueño – Enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) – Fractura de huesos
Complicaciones sociales y emocionales
Baja autoestima y ser objeto de intimidaciones – Problemas de comportamiento y aprendizaje – Depresión
Prevención
Diagnóstico
Estilo de vida y remedios caseros
Si tienes sobrepeso y estás pensando en quedar embarazada, perder peso y alimentarte bien podría causar un efecto en el futuro de tu hijo. Alimentarte de manera adecuada durante el embarazo también podría tener un impacto positivo en las elecciones alimentarias futuras de tu hijo.
Para brindarle un comienzo saludable a tu bebé, la Organización Mundial de la Salud recomienda amamantar de forma exclusiva durante 6 meses.
En el caso de los niños obesos o que tienen sobrepeso, la mejor forma de alcanzar o mantener un peso saludable es comenzar con una dieta saludable y hacer más actividad. A continuación se exponen algunas medidas que puedes tomar en tu hogar para ayudar a tu hijo a alcanzar su propósito:
Sé un modelo a seguir. Elige alimentos saludables y pasatiempos que supongan actividad física para ti mismo. Si necesitas bajar de peso, al hacerlo motivarás a tu hijo a que también lo haga.
Involucra a toda la familia. Haz que la dieta saludable sea una prioridad y destaca la importancia de que todos hagan actividad física. Esto evita que el niño con sobrepeso se aparte.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Los padres tienen un papel crucial para ayudar a los niños obesos a sentirse amados y en control de su peso. Aprovecha cada oportunidad para construir la autoestima de tu hijo. No tengas miedo de hablar sobre la salud y el estado físico, pero considera que un niño puede ver tu preocupación como un insulto. Habla con tus hijos directa y abiertamente, evita ser crítico o juzgarlo.
Además, considera lo siguiente:
Evita hablar del peso. Los comentarios negativos sobre tu peso, el de otra persona o de tu hijo, incluso si son bien intencionados, pueden perjudicar a tu hijo. Hablar de forma negativa sobre el peso puede conducir a una mala imagen corporal. En su lugar, enfoca tu conversación en una alimentación saludable y una imagen corporal positiva.
Desalienta las dietas y la omisión de comidas. En su lugar, alienta y apoya la alimentación saludable y el aumento de la actividad física.
Encuentra razones para alabar los esfuerzos de tu hijo. Celebra pequeños cambios incrementales en el comportamiento, pero no los recompenses con comida. Elige otras formas de marcar los logros de tu hijo, como ir a una pista de bolos o a un parque local.
Habla con tu hijo sobre sus sentimientos. Ayuda a tu hijo a encontrar maneras distintas a comer para lidiar con las emociones.
Ayuda a tu hijo a enfocarse en metas positivas. Por ejemplo, señala que ahora puede andar en bicicleta por más de 20 minutos sin cansarse o puede correr el número requerido de vueltas en la clase de gimnasia.
Ten paciencia. Considera que un enfoque intenso en los hábitos alimenticios y el peso de tu hijo puede ser contraproducente, lo que puede llevar a que los niños coman en exceso aún más o posiblemente hacerlo más propenso a desarrollar un trastorno alimentario.
Cuándo consultar al médico
Si estás preocupado porque tu hijo está aumentando demasiado de peso, consulta con su médico. El médico tendrá en cuenta los antecedentes de crecimiento y de desarrollo, los antecedentes familiares de la relación entre peso y altura, y la ubicación de tu hijo en las tablas de crecimiento. Esto puede ayudar a determinar si el peso de tu hijo se encuentra dentro de un rango no saludable.