Bares, cafés y restó porteños abrieron sus puertas, aún sin la autorización oficial y con la mayoría del límite de capacidad.

Bastó con que el Gobierno porteño lo anunciara para que casi en su mayoría, bares, restaurantes, cafés y heladerías de la Ciudad abrieran sus puertas, aún siendo que no se publicó la regulación en el Boletín Oficial nacional. Los clientes, sin embargo, eligen sentarse en la vereda.

El lunes pasado, los restaurantes y bares porteños pudieron expandirse un poco más: comenzaron a abrirse sus salones interiores, con una ocupación máxima de hasta un cuarto de su capacidad, dependiendo de las características de su sistema de ventilación. La decisión, empero, aún no se reguló con la publicación en el Boletín Oficial.

Tanto en Belgrano, Recoleta, Caballito, Villa Urquiza y las zonas palermitanas de Soho, Las Cañitas y alrededores del Alto Palermo se registró un altísimo nivel de cumplimiento del 25% de ocupación bajo techo. Lo que es difícil de cumplir es la distancia entre los mismos clientes, que debe ser de al menos dos metros, en todo momento.

Bares

Una disposición quizás necesaria pero también complicada: las mesas tanto internas como externas suelen medir mucho menos que eso y mantener tal separación depende más de la voluntad de los propios comensales que de lo que puedan hacer los gastronómicos al respecto.

Se come o toma en la vereda incluso si está fresco y las ventanas de los salones están completamente abiertas, de la mano de la necesaria caída de la resistencia a ventilar los ambientes, una medida que cobra cada vez más relevancia.

Bares

Muchos locales gastronómicos tienen más gente afuera que adentro, aunque tengan sus salones disponibles y vacíos. La temperatura nocturna de esta semana ayudó. La nueva distribución espacial incluso genera anillos internos y externos: algunos locales disponen en sus salones sólo las mesas pegadas a las ventanas, como una suerte de cordón de comensales.

CABA: bares y restaurantes abrieron los salones sin autorización oficial

Para poder habilitar estos salones internos, los gastronómicos deben emitir una Declaración Jurada firmada por un profesional y presentarla ante la Agencia Gubernamental de Control (AGC), dependiente del Gobierno porteño. El índice de capacidad que le habiliten al local depende de la cantidad de renovaciones de aire por hora.

Las condiciones no se acaban allí: los clientes deben tener reserva previa y sólo pedir platos a la carta, ya que la opción de autoservicio está deshabilitada en todos los casos. Las mesas deben estar a al menos dos metros una de la otra. Y a ella sólo pueden sentarse cuatro personas como máximo.

Bares

La aprobación de este nuevo protocolo aún no fue publicada en el Boletín Oficial de la Nación, como sí ocurrió con el de gimnasios y piletas de edificios. La aprobación “está por salir pronto y mientras se avanzó en las adecuaciones”. Con todo, ya desde el lunes los locales gastronómicos reciben clientes en sus salones, según indica Clarín.