Confirmó que llevó los elementos de la casa de la familia que ellos “donaron” y que luego se supone tenían la sangre de Cecilia
Se conoció el testimonio del fletero que se encargó del traslado de los muebles de la familia Sena con presuntas manchas de sangre de Cecilia Strzyzowski. El hombre fue contratado para trasladar un colchón, una cama y otros muebles desde la casa de la familia hasta una vivienda en el Barrio Emerenciano, dos días después de la desaparición de la víctima.
El fletero, que además es maestro de Jiu Jitsu y entrenaba con César Sena, el supuesto femicida, declaró este martes y reconoció que fue el encargado de llevar el colchón, una cama y otro mueble desde la vivienda ubicada en la calle Santa María de Oro al 1460 hasta el barrio Emerenciano, manejado por los dirigentes Emerenciano Sena y Marcela Acuña, padres de la pareja de la víctima. “Confirmo que los muebles eran de los Sena”, declaró. .
La versión del abogado de los imputados, Ricardo Osuna, manifestó días pasados que “si no estaban en la casa, entonces los muebles” no les pertenecían a sus defendidos. El pasado 13 de junio el Instituto de Medicina y Ciencias Forenses de Chaco le informó al Equipo Fiscal Especial (EFE) de Chaco que el estudio genético realizado a cuatro muestras de sangre pertenecía a Cecilia.
Esas muestras fueron levantadas del piso de una habitación de la mencionada casa, otras dos correspondientes a la parrilla de madera de la cama y otras de tres recortes de tela del colchón coinciden en “más de un 99,99%” con el ADN de linaje materno de Cecilia. Según indicó el nuevo testigo, la mudanza se produjo el 6 de junio, es decir, dos días después de que Cecilia fuera vista con vida por última vez.
Además, dijo que el traslado de los objetos se produjo “por pedido de Fabiana González”, estrecha colaboradora de Acuña que se encuentra imputada por encubrimiento agravado. La orden se la habría dado la madre de César Sena. A partir de los datos aportados por el fletero y las declaraciones anteriores de González, los investigadores estiman que la familia Sena se deshizo de las evidencias a través de un plan que pensaron menos de 24 horas después del posible femicidio.
La mujer había contado a los fiscales que fue a la casa de sus jefes el pasado 3 de junio -un día después de la desaparición de Stryzowski- donde Acuña le indicó que “le avise al chofer” para “donar una cama, un colchón, dos muebles que tenía” a una joven embarazada que reside en el barrio que lleva el nombre de su esposo.