Es una mujer que invirtió 4 mil dólares en la sede de Villa María, provincia de Córdoba.

Una mujer que vive en la ciudad de Villa María, provincia de Córdoba, es una de las supuestas víctimas de Generación ZOE, la compañía de coaching y liderazgo acusada de estafa piramidal, y contó detalles del engaño que sufrió.

La mujer explicó que invirtió primero en la membresía y luego en el ‘bot’, que gestionaba supuestamente cripto inversiones, por una suma total de US$ 4.000 y hasta el momento no pudo recuperar todo.

En una entrevista con Perfil, señaló que el 20 de enero de pasado llegó a las oficinas que Generación ZOE tiene en Alem 246, de la ciudad de Villa María, y se encontró con los primeros problemas.
“Me atendió una chica que no tenía mucha idea pero sí una orden. Que no podían pagar. Me dijo que no podía pagarme en ese momento, que no le habían dejado caja y empezó con excusas. Se generó una discusión, salió otra de las secretarias, dijo que como había aumentado el dólar los bancos no les vendían. Después vino la madre de Claudio Álvarez, Silvia, la que estaba como encargada ahí. Le hicieron una cara a la chica como que se callara la boca y después me dijeron que pasara por la caja que si no llegaban con los dólares me pagaban en pesos. Cobré en dólares porque me puse firme. Me tocaba cobrar esta semana y ya no pude cobrar más. Ya está todo cerrado. Claudio Álvarez e Ivana Álvarez ya salieron de todos los grupos y no responden. Se fueron de acá seguramente porque la gente los quiere comer vivos”, contó la mujer, que pidió reserva de identidad.

Habló una víctima de Generación Zoe: "Convencían a la gente con neurociencia, con el discurso de un pastor”

“Yo puse US$4.000, pero tengo conocidos que pusieron US$200 mil. Muchísimo. Están muy mal. Y me consta que hubo gente que vendió la casa para entrar. La casa y el auto. Eso es real. Esto pasó en Villa María. Yo entré hace cinco meses, pero no terminé de recuperar la plata. Cuando vi que se estaba complicando, le dije a mis conocidos que no pongan más plata. En la puerta de la oficina tienen una inscripción de monotributo común. Pero la gente no vio eso. Va, saca la plata y se va. Engancharon a la gente con la ganancia de 7,5% en dólares de la membresía y le daban el 20% si metían gente y después empezaron con los bots, que pagaban también el 20%. Convencían a la gente con neurociencia, con el discurso de un pastor”, detalla la mujer.

La supuesta víctima destacó que las caras visibles en Villa María y Córdoba, donde estuvieron para la apertura de la oficina, eran Claudio Álvarez, Ivana Álvarez y su madre, Silvia Fermani: “Ellos estaban a cargo acá. Pero se hacía un trabajo muy puntual con los clientes importantes. Los líderes de la zona les mandaban mensajes con audios de Leo Cositorto todos los días, les lavaban la cabeza. A los clientes VIP los bombardearon con mensajes de Cositorto. A un conocido mío, que puso muchísima plata, le mandaban esos mensajes para retenerlo y convencerlo de nuevos negocios”, dice.

“Yo cuando entre al bot les pedí un recibo y nunca me dieron nada. Me dieron un papelito sin ningún tipo de respaldo. El lunes voy a hacer la denuncia. La plata no la voy a recuperar, pero quiero que la gente sepa que esto no es el negocio de las criptomonedas, es otra cosa, hay que advertirle a la gente. Pero hay que decir lo que pasó, acá la gente vendió el auto, un terreno y su casa para entrar. Se aprovecharon de mucha gente laburante que venía de lucharla”, finaliza la mujer.