Luego de 4 años de incertidumbre e intentos, los investigadores destrabaron el dispositivo que Natacha llevaba cuando perdió la vida en febrero de 2019
4 años de investigación pasaron a cargo de la Justicia de San Isidro, hasta que Gendarmería Nacional logró abrir el iPad que Natacha Jaitt llevaba con ella al momento de su muerte el 23 de febrero del 2019. La fuerza federal realizó, durante todo este tiempo, miles de intentos fallidos. Pero, en las últimas horas, gracias a una nueva clave que vino desde el exterior, se logró destrabar el dispositivo. Ahora lo que sigue es que se realice la pericia para analizar que hay dentro de ese iPad.
Ese procedimiento se hará el jueves 15 de junio en la sede pericial de Gendarmería. Desde la muerte de Natacha comenzaron las investigaciones para saber los motivos de su fallecimiento. La investigación fue llevada adelante por el fiscal adjunto Cosme Iribarren y los doctores Diego Callegari y Sebastián Fitipaldi, los dispositivos electrónicos de la víctima fueron un eje fundamental, ya que se sabía, dicho por la propia Natacha que llevaba información sensible dentro de ella.
Su hermano Ulises, también siempre dijo que allí guardaba información importante sobre temas delicados. Sin embargo, ya se abrió su celular y no se halló nada relevante para la causa. De todas maneras, los investigadores hicieron especial hincapié en el iPad. La pericia estuvo a cargo de Gendarmería desde el comienzo, y los peritos realizaron, más de 95 mil intentos para intentar dar con la clave de acceso, todos habían fallado hasta hoy.
Jaitt falleció en la madrugada del 23 de febrero de 2019. A la 1 de la mañana, la mediática se tendió en la cama de una de las habitaciones del complejo de eventos Xanadú de Villa La Ñata, zona de Tigre. Nunca más despertó. Había llegado a ese lugar para mantener una reunión laboral con un grupo de personas. Más allá de la apertura del dispositivo conseguido hoy, la investigación por su muerte, continua hasta el día de hoy sin imputados.
La convicción, por parte de la Justicia, de que la muerte fue producto de una sobredosis de cocaína, no de un crimen. El salón Xanadú era propiedad del empresario Guillermo Gonzalo Rigoni, que estaba presente esa noche junto a dos de sus amigos, el empresario Gaspar Esteban Fonolla y el electricista Gustavo Andrés “Voltio” Bartolín. También se encontraba en el lugar Raúl de Jesús Velaztiqui Duarte, que tenía algún tipo de amistad con Natacha, y una joven que vivía en la zona llamada Luana.
En los testimonios posteriores, casi todos coincidieron en que se trataba de un encuentro laboral y que habían tomado alcohol hasta las primeras horas del día siguiente. Varios contaron que, además, se consumió cocaína. Según el expediente, a la 1:49 del 23 de febrero, llegó al 911 un llamado proveniente del complejo de eventos avisando que en el interior había una persona “desvanecida”. Aclararon que se estaba sobre la cama de una de las habitaciones.
Cuando los efectivos llegaron al lugar se encontraron con Natacha desnuda y, para ese momento, ya sin vida. Para investigar la causa, se conformó un equipo integrado por el fiscal adjunto Cosme Iribarren y los doctores Diego Callegari y Sebastián Fitipaldi. Rápidamente, se tomó testimonios de los presentes y el secuestro de las cámaras de seguridad. Ambos puntos fueron cruciales para el desarrollo posterior del expediente.
La apertura del iPad extenderá los tiempos y podría sumar nuevos elementos de prueba, si es que se encuentra algo relevante. El 15 de junio se hará la extracción forense, luego vendrán varias semanas de análisis del contenido.