En la primera reacción oficial desde el ataque a puñaladas a Salman Rushdie en Estados Unidos, Teherán negó vínculos con el atacante y volvió a señalar al novelista

El régimen de Irán culpó este lunes a Salman Rushdie del ataque que sufrió el viernes por escribir en contra del régimen musulmán y rechazó toda responsabilidad, pese a la fatua que emitió el ayatolá Ruhollah Khomeini en 1989 contra el escritor. En la primera reacción oficial desde el ataque a puñaladas en Estados Unidos, las autoridades iraníes rechazaron vínculos con el atacante o alguna responsabilidad en el suceso, y lejos de empatizar, volvieron a señalar al novelista.

El régimen de Irán dijo que no tiene autoría o responsabilidad en el ataque a Salman Rushdie y culpó al propio escritor

“No consideramos a nadie más que a él (Rushdie) y a sus seguidores culpables”, dijo en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kanani. “Al insultar los asuntos sagrados del Islam y cruzar las líneas rojas de más de un billón y medio de musulmanes y todos los seguidores de las religiones divinas, Salman Rushdie se ha expuesto a la ira y la ira de la gente”. Nada dijo el portavoz referido a la fatua emitida en contra del escritor.

“Los versos satánicos”, libro escrito por Rushdie, despertó la ira de los musulmanes chiíes, quienes consideraron un insulto al Corán, a Mahoma y a la fe islámica y fue prohibida en la India, Pakistán, Egipto, Arabia Saudí y Sudáfrica. A los pocos meses de su publicación, Khomeini emitió una fatua pidiendo el asesinato de Rushdie. Más tarde, el entonces moderado presidente iraní Mohammad Khatami se distanció a finales de los 90 de la fatua y dijo que el Gobierno no buscaba la muerte de Rushdie

El régimen de Irán dijo que no tiene autoría o responsabilidad en el ataque a Salman Rushdie y culpó al propio escritor
El atacante de Rushdie

La fatua que emitió Khomeini en ese momento pedía el asesinato de Rushdie en 1989 y de cualquier persona implicada en la publicación del libro, lo que obligó al escritor a pasar años en la clandestinidad. El escritor británico de origen indio, de 75 años, fue apuñalado en un acto público en el Estado de Nueva York por Hadi Matar, a quien especialistas en radicalismo islámico identifican como simpatizante de Irán y de la Guardia Revolucionaria Islámica, considerada el ala dura del régimen iraní.

Rushdie continúa ingresado en estado grave, con daños en hígado, riñón y un ojo, que podría perder, pero está evolucionando positivamente y ya no necesita respiración asistida. El escritor ganador del premio había pasado años bajo protección policial después de que los líderes iraníes pidieron su asesinato por su interpretación del Islam y el profeta Mahoma en la novela. Tras el ataque a Rushdie, las autoridades iraníes habían guardado silencio hasta ahora y las reacciones públicas no habían sido unánimes.

El régimen de Irán dijo que no tiene autoría o responsabilidad en el ataque a Salman Rushdie y culpó al propio escritor

Por un lado, los medios de comunicación conservadores celebraron el suceso con titulares como “La divina venganza alcanza a Salman Rushdie del diario “Keyhan” o “El ojo del diablo ha sido cegado” del periódico “Jaam-e Jam”. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo el domingo que los medios estatales iraníes se habían “regodeado” sobre el ataque y agregó que “esto es despreciable”. A la vez, la indiferencia y el silencio es lo reino entre los ciudadanos generales.

Los religiosos, sin embargo, sí celebraron el ataque. “El imán Khomeini lo declaró apóstata, y cuando alguien es declarado apóstata está permitido matarlo”, dijo ayer a Efe el importante clérigo Yalal Mohebí en el santuario Saleh de Teherán. Sin embargo, el líder supremo de Irán, Ali Khamenei, reiteró la fatua en 2017: “El decreto continúa tal y como lo emitió Khomeini”. Dos años más tarde, volvería a subrayar que la fatua “es irrevocable” (Con información de EFE y AFP)