El hecho ocurrió luego de que ordenaran su captura, lo denunciaron varios jóvenes de la parroquia de Gonnet

El cura Lorenzo, que estaba acusado del abuso de al menos cinco adolescentes, se suicidó en la tarde del lunes de un disparo. Su cuerpo fue hallado en la calle 4 entre 49 y 50 de la ciudad de La Plata.

Un tiempo antes, la justicia había solicitado su captura por abusos a distintos jóvenes que concurrían a su parroquia. La medida de la justicia tardó un tiempo en hacerse efectiva por un recurso de eximición de prisión que estaba presentado por su defensa.

Desde la policía confirmaron que el cuerpo “fue encontrado tendido en el suelo, con posibles manchas hemáticas y, a un costado, un arma de fuego”. De este modo el abogado querellante Juan Pablo Gallego habló con Télam y explicó que “es un final propiciado por la inercia y la complicidad judicial. Hace más de una semana la jueza Garmendia tenía la pericia que la obligaba a detenerlo”

La pericia realizada al cura había arrojado clara evidencia, presentaba “una personalidad con características de manipulación, elevado autocentramiento y egocentrismo. Con escasa autocrítica y autobservación impregnada de rasgos nacisísticos”. Así, por pedido del abogado querellante, se reconstruyó la escalofriante escena de los hechos en la Parroquia de Gonnet, según el cual el sacerdote ofrecía su servicios y tenía preparada “una auténtica suite nupcial”.

La pericia reveló, asimismo, sobre los abusos que: “Lorenzo hacia untar su miembro viril con mermelada de rosa mosqueta como paso previo a acceder carnalmente a sus víctimas”. “El único modo en que Lorenzo se vincula es desde la asimetría, de modo obsesivo y de control” agrega el informe. Y añade que el acusado “transmite una imagen grandilocuente de sí mismo que engrandezca su autoestima. No siente culpa, ni angustia. La hostilidad siempre está en el afuera”.

Desde la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Argentina compartieron un comunicado en el que enfatizan que la muerte “no repara el daño”. “Lo único que repara el daño causado a las víctimas es la justicia”, afirmaron.

El comunicado completo:

La Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Argentina, ante la noticia del suicidio del cura Eduardo Lorenzo

COMUNICA:

1. La muerte no repara el daño. Lo único que repara el daño causado a las víctimas es
la JUSTICIA.

2. La muerte del cura Eduardo Lorenzo confirma que los Sobrevivientes DIJERON y
DICEN SIEMPRE la VERDAD.

3. Que el cura llevó a cabo un acto final a la medida de las características señaladas
en la pericia a Eduardo Lorenzo, realizada por la Asesoría Pericial de La Plata entre
las que se destacan:
• “que busca causar un impacto en el interlocutor”
• “llamativamente cuando se realizan señalamientos y principalmente cuando se
abordan las denuncias incrementa su tono de voz intentando imponer su análisis”
• “se detecta gestualidad y actitud corporal asociada a ira y a Lorenzo se le torna
dificultoso escuchar interrumpiendo las intervenciones que se realizan para continuar
con el desarrollo de sus razonamientos”
• “en situación de evaluación Lorenzo intenta correr a las peritos del rol, tratándolas a
nivel comportamental como pares simétricos e incluso como un auditorio o público
en posición inferior”
• “hace énfasis en haber sido “capellán penitenciario” en haber adquirido “jerarquía en
la fuerza” ; reconoce ser un sujeto en ocasiones impulsivo “no soy un ángel, no me
cuesta enojarme y haber respondido con algún comportamiento intempestivo”
• “de su situación actual transmite malestar “por sentir que ha perdido todo” y expresa
“me hice cura para dar una mano, no quiero que me vean derrumbar.”

4. El protagonismo y la impronta de espectacularidad que tuvo su presencia en los
medios en este último año, continúa ahora con su suicidio.

5. Todo lo que hemos dicho hasta aquí fue posibilitado por la DILACIÓN de la JUSTICIA
intolerable para los Sobrevivientes y por la MANIOBRA de SU DEFENSA, que permitió
que permaneciera libre a pesar del pedido de prisión.

6. Por último subrayamos que aún en esta situación, las ÚNICAS VÍCTIMAS son los
Sobrevivientes del cura Eduardo Lorenzo.