Luego de que rechazaran el pedido de detención para Villa, la mujer habló por primera vez. Dijo que el futbolista y sus allegados son “una mafia gigante, me ofrecieron plata y me querían llevar a su médico”
La causa por violación contra Sebastián Villa, el delantero de Boca Juniors, sigue su curso y mientras el juez rechazó el pedido de detención solicitado por la fiscalía, por primera vez habló la víctima del hecho.
Tamara Doldán, quien denunció a Villa por “abuso sexual con acceso carnal”, rompió el silencio y contó cómo se siente hoy en día, después de haber pasado por estudios médicos y por exámenes psicológicos y psiquiátricos que determinaron que no mentía ni fabulaba, y que advirtieron traumas propios de una violación.
En diálogo con Infobae, contó que el rechazo del pedido de detención denegado por el juez de Garantías N°2 de Lomas de Zamora, Javier Mafucci Moore, era algo que “sabía que iba a pasar, por eso no quise ni ver la resolución. Sé contra quién estoy peleando pero tengo fe en la Justicia aún. Si él fuese una persona normal, esto no pasaría. Es más por quién es y por el patrimonio que tiene”.
Los especialistas que la trataron relataron que su relación con Villa estuvo marcada por la coerción, el machismo y el uso de la fuerza, mientras que Doldán explicó que, al ver jugar a Villa, “siento dolor, me hiere, me lastima muchísimo. Lo único que le pido a Boca, y a todos, es un poco de empatía y de respeto. Todos tenemos el principio de inocencia, pero ¿un poco de empatía no se puede?”.
En cuanto a la denuncia, contó que decidió hacerla porque “ya no podía vivir más así, con eso a cuestas. Dudé un montón, tuve mucho miedo. Pero me di cuenta de que, sino, voy a arrastrar eso toda mi vida. Tengo un hijo chiquito y me pasé Navidad encerrada y llorando. De a ratos estoy bien, de a ratos no. Nadie se merece una vida así. Hasta dormida me pasa. Me levanto a la madrugada y estoy perdida. Todo el tiempo lo recuerdo”.
Aseguró que Villa “me manipuló a un punto donde hasta yo me sentía culpable. Me pidió perdón, me habló de su familia, su entorno me llenaba el celular de mensajes y llamadas, manipulándome todos. Son muchos y yo estaba sola”.
Admitió que los allegados de Villa le ofrecieron cinco mil dólares por su silencio: “Se dio cuenta (que la denuncia) iba en serio, aunque él actuaba como siempre, minimizando las cosas. Sabe que fue grave lo que hizo porque todo el tiempo me pedía perdón. Ahí llamó a su gente para que me den los 5.000 dólares. Yo me junté con su mano derecha, quien me culpa a mi. Quisieron presionarme para que vaya a su médico. Me pidieron los nombres de los médicos que me había atendido en el hospital Penna, son como una mafia gigante. Me pusieron la plata en la mesa y me dijo que firmara y borrara todo”.
