En un megaoperativo que incluirá tres vuelos distintos, el Gobierno Nacional saldrá este fin de semana a buscar un millón de dosis de la vacuna china de Sinopharm, las cuales serán aplicadas como segunda dosis a personas que ya fueron inoculadas.

El Gobierno enviará dos vuelos de la compañía aérea nacional Aerolíneas Argentinas y uno de la alemana Lufthansa, que traerán 384 mil, 371.200 y 244.800 dosis de la vacuna china Sinopharm, respectivamente.

Las vacunas recibidas serán administradas como segunda dosis de un millón de personas que ya fueron inoculadas con la vacuna de Sinopharm.

Si bien en ocasiones anteriores el Gobierno logró traer un millón de dosis de Sinopharm en un solo vuelo, esta vez serán necesarios tres aviones debido a la forma en la que las vacunas fueron empaquetadas.

 De esta manera, estas vacunas chinas sólo pueden viajar en las bodegas de los aviones, a diferencia de otras que también pueden llevarse en las cabinas.

Los vuelos de Aerolíneas Argentinas partirán del Aeropuerto Internacional de Ezeiza el viernes 23 y el sábado 24 de este mes, en tanto que llegarán el domingo y el lunes, haciendo una escala en Madrid. El viaje de la compañía alemana partirá este domingo pero llegará recién a la Argentina el miércoles y antes hará escala en Frankfurt.

El Gobierno se había comprometido a diferir como plazo máximo la aplicación de la segunda dosis unos 90 días, por lo que un millón de personas serán inoculadas con dos dosis en tiempo y forma, ya que el primer cargamento de Sinopharm llegó a finales de febrero.

Las primeras personas que recibieron la Sinopharm fueron docentes y personas de entre 18 y 60 años con enfermedades prevalentes, debido a que en un primer momento estaba en duda si la vacuna china podía ser utilizada en adultos mayores. Según destacaron desde el Gobierno, entre quienes recibirán la segunda dosis hay alrededor de 500 mil docentes de todo el país.

Con este cargamento, el país habrá recibido para este fin de semana casi 10 millones de vacunas contra el coronavirus, un número que continúa estando muy por debajo de la cantidad que figura en los contratos que el presidente Alberto Fernández firmó con los distintos laboratorios del mundo.